
Este domingo el presidente de Colombia, Gustavo Petro, visitó al papa León XIV. El lunes voló de regreso y el martes lideró una multitudinaria manifestación en Barranquilla, el lanzamiento de la movilización social con la que responde a la negativa del Senado a convocar a los ciudadanos a una consulta popular. Allí, el jefe de Estado dedicó una hora de discurso televisado a fustigar a los congresistas opositores y a reivindicar sus propuestas de corte social. No tocó la que fuera su primera gran bandera política: lograr acuerdos de paz con todos los grupos ilegales del país.