Un nuevo error se suma a la cuenta de las deportaciones injustas en la campaña emprendida por el Gobierno de Donald Trump. Si el primer caso conocido, el del salvadoreño Kilmar Abrego, se convirtió en el símbolo de arbitrariedad de la cruzada contra la inmigración del nuevo Gobierno, la segunda y la tercera deportación por error han pasado casi inadvertidas, a pesar de ser reconocidas por la Administración. Ahora se trata de un migrante gay guatemalteco, que contaba con protección judicial, y que se encuentra en la actualidad escondido en algún lugar de su país, del que huyó, porque las autoridades se equivocaron al expulsarlo.