“En la entonces provincia de Antioquia, sucedió una crisis minera en gran parte del territorio antioqueño. En consecuencia, los dueños de las minas se vieron obligados a explorar otros lugares”.
Por Jeison López.
El Oriente antioqueño fue en su momento un auxilio para la economía en la provincia de Antioquia durante el siglo XVII, que, en gran parte, dependía de la minería. La explotación de este recurso natural y mineral se hacía en las minas de veta y aluvión. En palabras prácticas, en la primera el oro se extraía de las fracturas o grietas de las rocas y en la segunda se sacaba de las quebradas, ríos o amagamientos. Para esta actividad económica fue necesaria la introducción de esclavos.
En las minas, por lo general, construían unos barracones; lugar de alojamiento para los sujetos esclavizados. Además, levantaban una capilla o centro de oración para proveer el pasto espiritual a las personas que las laboraban, toda una estrategia de adoctrinamiento. Respecto a los propietarios de minas y esclavos, solían tener una ranchería, una casa improvisada con todos los elementos necesarios para, así, estar al tanto del oro que salía de las minas y poder ejercer vigilancia sobre su cuadrilla (determinado número de esclavos).
Otras columnas: Los inicios del cine en Rionegro
Dicen los investigadores e historiadores que, en la entonces provincia de Antioquia, sucedió una crisis minera en gran parte del territorio antioqueño. En consecuencia, los dueños de las minas se vieron obligados a explorar otros lugares. De esta manera tuvieron presencia en el Oriente antioqueño comerciantes muy acaudalados. En el Archivo General de Indias (AGI) y el Archivo General de la Nación (AGN) reposan documentos que se relacionan con el hallazgo de minas en Guatapé y Guarne. En el caso del último, “la puerta del Oriente”, los apellidos de sus habitantes son evidencia de los esclavos que trabajaron en las minas. Con una alta probabilidad, los Londoño, Atehortúa, Zapata y Molina son descendientes directos de los esclavos que explotaron las minas de Piedras Blancas, La Brizuela, La Honda y La Mosquita.
A continuación, se hace una breve descripción del descubrimiento de las minas de Guatapé y Guarne:
Después de haber tenido noticias, rumores de la existencia de minas de oro y plata en el río Guatapé, para ese momento jurisdicción del corregimiento de Mariquita, hoy municipio del Tolima, el capitán Juan de Morales, corregidor de la ciudad de los Remedios, nombró por teniente a Fernando Toro Zapata con el propósito de descubrir las minas que se ubicaban en Guatapé. Debido a la experticia, habilidad y fama que tenía por hallar minas en el Guamocó, la quebrada San Andrés, el valle de San Jacinto de los Osos y el río Bagre.
Para el año 1623, Fernando Toro Zapata, en compañía de esclavos e indios, halló las minas de oro y plata en el río Guatapé. Sin embargo, al observar que no había una buena disposición para su explotación, decidió continuar el recorrido. Luego de atravesar las montañas, leguas más adelante, descubrió varias minas en el valle de Guarne en la quebrada La Honda (lo que hoy es Guarne, en el contexto de 1623, era parte de la ciudad de Antioquia, actualmente Santa Fe de Antioquia). Gracias al encuentro del preciado mineral, el teniente Fernando Toro instauró diferentes cuadrillas de esclavos y así favoreció la explotación de las minas. Esto produjo un nuevo poblamiento del valle de Guarne, se potencializó el mestizaje y aumentó la compra y venta de esclavos en esa fracción de la provincia de Antioquia.