Para Morena, el partido en el gobierno, la elección de jueces celebrada este domingo marca un incuestionable ascenso en la escalera democrática. El mantra oficialista dicta que, a más elecciones, más democracia. “México es el país más democrático del mundo”, dijo la presidenta, Claudia Sheinbaum, poco antes de la media noche tras conocerse el dato de participación, en torno al 13%. La mandataria, como el resto de principales figuras de Morena calificaron la jornada de “histórica” y afirmaron que fue un “éxito”, pese a la baja participación. La formación guinda se defiende con el argumento de que no hay parangón para medir un ejercicio inédito como el de este domingo, mientras que la oposición sostiene que la poca convocatoria es la confirmación del fracaso del proceso. Morena afirma que México ya hizo historia, por ser el único país en el mundo en elegir por voto popular a su Poder Judicial. El desempeño de esos jueces; si contribuirán a desatascar el cuello de botella de la impunidad; si sacudirán a la Judicatura de las lacras del nepotismo, la corrupción y los privilegios; si formarán un pacto con el pueblo y no con los poderosos —todos argumentos del oficialismo para impulsar la reforma—, son temas que por ahora no están en el balance de la elección.
