Las primeras elecciones judiciales en la historia de México han arrojado una participación de alrededor del 13%, muy por debajo de la que recogían las últimas encuestas. La escasa presencia de ciudadanía en las casillas electorales durante todo el día vaticinaba un desenlace así, que cuestiona aún más la reforma electoral que ha dado pie a esta elección. Los miles de candidatos que se postulaban para cubrir 2.681 puestos eran perfectos desconocidos para la inmensa mayoría de los electores, lo que sumado a la complejidad de las más de seis papeletas que había que rellenar ha disuadido a la población, que no tenía siquiera el recurso de votar por un partido sin pensar en nombres. Los resultados definitivos se prolongarán hasta casi dos semanas.
