Ni dos puntos, como pedía Donald Trump, ni uno, ni medio, ni un cuarto. Tal y como se esperaba, la Reserva Federal de Estados Unidos decidió este miércoles mantener los tipos de interés en el 4,25%-4,5% a pesar de las constantes presiones del presidente de Estados Unidos, poco respetuoso con la independencia del banco central. Además, los miembros de la Fed han actualizado sus proyecciones sobre la economía estadounidense y prevén menos crecimiento, más inflación y solo rebajar los tipos 0,5 puntos hasta fin de año, posiblemente en dos recortes de 0,25 puntos, aunque eso no lo detalla. El presidente, Jerome Powell, ha insistido en la incertidumbre generada por los aranceles (sobre todo en la inflación), en la solidez de la economía y en que la Reserva Federal está “bien posicionada para esperar” antes de mover el precio del dinero. Las declaraciones de Powell han enfriado los ánimos de Wall Street, que ve un poco más lejos los recortes de tipos.