Boyacá Chicó recibió a Envigado, en la fecha 17 del fútbol profesional colombiano, este lunes 5 de mayo, en el estadio La Independencia.
El juego terminó con polémica, luego que, con un injusto penal, los locales se quedaran con los tres inmerecidos puntos.
En el juego, el árbitro, Esnaider Pontón de Bogotá, vio como mano antirreglamentaria, una acción dentro del área.
Sin embargo, claramente se ve como el balón le pega a Julián Palacios, volante de Envigado, en el muslo y luego en el brazo derecho, una clara jugada en la que se debieron aplicar las excepciones para decretar penal.
Pontón, haciendo caso omiso al reglamento y respaldado por Ricardo García de Santander, que estaba en el VAR, decretó el injusto penal.
Este error claramente amerita un llamado para que se designen jueces, ojalá FIFA, frente a equipos que luchan por no descender, sin duda se necesita experiencia.
La lucha por el descenso que se vive en el fútbol profesional colombiano amerita, sí o sí, que la Comisión Arbitral designe árbitros de calibre, acá, claramente, una injusticia le quitó a Envigado un punto.
Ese punto, visto fríamente, no parece mucho, sin embargo, tratándose de un duelo entre equipos que se quieren quedar en la A, es muy representativo.
De ahí, que por todo lo que está en juego, sea clave que los árbitros tengan experiencia en compromisos como el disputado entre los de Tunja y los del sur del Valle de Aburrá.
Los reclamos de los del sur del Valle de Aburrá de nada sirvieron y al final se tuvieron que devolver de Tunja sin puntos en el bolsillo.
Envigado sigue en la posición 19 del descenso, es decir en zona directa de pérdida de categoría, con un promedio de 0.842 frente al 1.000 de Llaneros que es puesto 18.
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