El brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se ha hecho de rogar en este tercer mandato presidencial para visitar un campamento del MST (el Movimiento de los Sin Tierra). Dos años, dos meses y siete días se ha demorado en protagonizar un gesto político a uno de los movimientos sociales más activos durante sus dos primeros mandatos y al ala izquierda del Partido de los Trabajadores (PT). Lula, en medio una crisis de popularidad por lo caros que están los alimentos, ha visitado una agrupación del MST en Campo do Meio (Minas Gerais), donde ha anunciado el asentamiento de 12.000 familias para este año y créditos para la reforma agraria. De todos modos, es un asunto ampliamente obviado por su Gobierno desde que inició este mandato.