Erik y Lyle Menéndez dan un paso más hacia su libertad. El juez Michael Jesic ha permitido a los hermanos continuar su lucha por la excarcelación. Esta opción peligraba después de que Nathan Hochman, el fiscal de Los Ángeles, anunciara que su oficina se oponía a la liberación de los hermanos, quienes mataron a sus padres con una escopeta en agosto de 1989, cuando tenían 18 y 21 años. “Hoy es quizá el día más importante para ellos desde que fueron encarcelaros. Han esperado mucho tiempo a que se haga justicia”, ha señalado Mark Geragos, el abogado de los Menéndez, tras la audiencia. Geragos podrá solicitar una nueva sentencia el jueves 17 de abril en el tribunal de Los Ángeles.