Acababa 2024 y acababa, por fin, uno de los divorcios más mediáticos, enrevesados y largos de la esfera pública. El pasado 31 de diciembre, Brad Pitt y Angelina Jolie anunciaban que habían terminado, definitivamente, su matrimonio. Habían anunciado su separación en septiembre de 2016, pero las diferencias a la hora de la gestión de su patrimonio —entre otras cosas, unas bodegas en Francia que les han mantenido en un largo tira y afloja— y sobre sus seis hijos les mantuvo en una lucha legal durante años. Ellos, en general, optaron por el silencio durante el proceso. Pero ahora, seis meses después de aquel punto final, Pitt ha hablado por primera vez de aquello.