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Bien reza el refrán popular de que detrás de la pelota siempre viene un niño. Al buen entendedor pocas palabras, pero el dicho refiere a que, en el mundo de la política, ningún movimiento es fortuito ni desinteresado.
Más o menos así lo pintan las revelaciones ante la justicia y medios de comunicación que han hecho el exdirector de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Olmedo López, y su exsubdirector de Manejo de Desastres, Sneyder Pinilla, sobre los hilos que se movieron para direccionar contratos que celebró esa entidad con distintas alcaldías con el fin de asegurar apoyos en el Congreso a proyectos importantes para el Gobierno.
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Los presuntos torcidos que están más frescos en la memoria mediática son los que, según Sneyder Pinilla, se cuadraron entre él, el asesor del Departamento Administrativo de la Presidencia, Jaime Ramírez Cobo; el Ministerio de Hacienda, a través de su cabeza y su asesora, y la UNGRD respecto de tres contratos que sumaban la bicoca de $92.000 millones para el mismo número de municipios.
Se trataba de Cotorra (Córdoba), El Carmen de Bolívar (Bolívar) y Saravena (Arauca), en donde tendrían interés un grupo de seis congresistas: Wadith Manzur (Partido Conservador), Karen Manrique (curules de paz), Liliana Bitar (Partido Conservador), Juan Pablo Gallo (Partido Liberal), Julián Peinado (Partido Liberal) y Juan Diego Muñoz (Alianza Verde).
La operación, según muestran chats entre los funcionarios implicados revelados por Noticias Caracol, se hizo mediante una persona en cada una de las alcaldías de esos municipios que hacía las veces de intermediario, con quien el exsubdirector ajustó los requisitos técnicos de los contratos, lo que implicó que esas administraciones habrían tenido que declarar calamidades que no ocurrieron.
Pues bien, EL COLOMBIANO le puso la lupa a quiénes eran esos enlaces entre la UNGRD y las alcaldías para direccionar esos contratos entre diciembre de 2023 y febrero de 2024.
La huella de CR y CD
El intermediario en la Alcaldía de El Carmen de Bolívar fue directamente con su entonces alcalde, Carlos Eduardo Torres Cohen, a diferencia de las otras dos en donde el enlace fue con funcionarios de las administraciones.
Torres Cohen fue mandatario de ese municipio en el periodo constitucional 2020-2023 y es recordado por sus comentarios públicos en contra de la restitución de tierras, programa al que señaló de, supuestamente, frenar la inversión del sector privado y el desarrollo agrario en El Carmen, según reseñó el portal La Silla Vacía.
Es ahijado político del exsenador Fernando Nicolás Araújo Rumié (Centro Democrático) y de la senadora Daira de Jesús Galvis Méndez (Cambio Radical). Ambos cartageneros. De hecho, estos dos partidos políticos le dieron el aval para ser candidato en las elecciones de 2019, bajo la coalición “Porque El Carmen de Bolívar Merece Más”.
Tanto Araújo como Galvis hicieron campaña activamente por Carlos Torres (ver foto), quien en las regionales de ese año quedó electo con el 45 % de los votos (17.057).
El clan Besaile y todo en familia
El intermediario en la Alcaldía de Cotorra (Córdoba) fue el ingeniero Harry Bejarano Arroyo, quien sostuvo varias conversaciones por WhatsApp con Sneyder Pinilla.
Bejarano es un ingeniero civil reconocido en ese departamento no solo por su experiencia en el sector público, sino por su vínculo matrimonial con Vanessa Hodeg Peña, cuyo carrera política ha estado bajo las toldas del poderoso clan Besaile en Córdoba.
Hodeg es cercana a esa casa política porque ha trabajado en las últimas tres gobernaciones en ese departamento. Todas con mandatarios apoyados por ese clan: Edwin Besaile, Orlando Benítez y Erasmo Zuleta.
Allí ha sido secretaria ejecutiva de despacho, secretaria de Juventud y secretaria de Mujer, Género y Desarrollo Social. En la actual administración, con Zuleta, es su secretaria general y algunas veces, incluso, ha sido gobernadora encargada.
Al gobernador Zuleta no solo lo une la política con los Besaile, sino un lazo familiar: es cuñado de Edwin Besaile, pues está casado con su hermana Roxana Zuleta.
Los Besaile son una famila de ascendencia sirio-libanesa que tiene sus raíces en Sahagún y tiene en los hermanos Musa, Edwin y Jhon Moisés sus principales cabezas en la política, bajo la tolda del Partido de la U.
Musa fue un poderoso senador en el Gobierno de Juan Manuel Santos que hoy purga dos condenas en su contra: una por tráfico de influencias a servidor público en el proceso de contratación del desaparecido Fonade y otra que se conoció esta semana por el ‘Cartel de la Toga’.
Edwin fue electo gobernador de Córdoba para el periodo 2016-2019, pero no pudo terminar su mandato por una suspensión y posterior destitución e inhabilidad que le impuso la Procuraduría General de la Nación en 2018 por el ‘Cartel de la hemofilia’. Por el mismo caso está investigado penalmente por la Fiscalía.
Vanessa Hodeg, además de ser precandidata a la Gobernación de Córdoba, estuvo entre las ternadas del Partido de la U para terminar ese periodo constitucional.
En Cotorra también tenía puesto sus ojos el representante a la Cámara Wadith Manzur (Partido Conservador), pues era cercano al exalcalde Guillermo Llorente, a quien le hizo campaña en 2019.
El gobernador Zuleta dijo a este diario que no tuvo que ver con la contratación porque llegó al cargo en enero.
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