Y, pues, ha vuelto a suceder
Resumen: Por segunda vez en tres años, el Premio Planeta recae en un presentador de televisión del Grupo Atresmedia. Esta vez el laureado ha sido Juan del Val, conocido por sus tertulias diarias de 15 minutos en el programa más visto de las parabólicas españolas, El Hormiguero
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Y, pues, ha vuelto a suceder. Por segunda vez en tres años, el Premio Planeta recae en un presentador de televisión del Grupo Atresmedia. Esta vez el laureado ha sido Juan del Val, conocido por sus tertulias diarias de 15 minutos en el programa más visto de las parabólicas españolas, El Hormiguero, donde noche tras noche, y ya con el tiro cogido al algoritmo de las redes sociales, aprovecha su turno al aire soltando perlas polémicas a diestro y siniestro para protagonizar trifulcas tuiteras esporádicas que se reinician en la siguiente emisión. Un ganador tan improbable como esperado y que deja clara la senda de la estrategia comercial que abiertamente ha decidido seguir la casa editorial que así lo ha investido.
Si en 2023 la elección de la novela “Las Hijas de la Criada” de Sonsoles Ónega, presentadora del programa de variedades “Y Ahora Sonsoles” de Atresmedia, fue uno de los escándalos culturales de aquel año y dio lugar en distintos medios a incansables debates marinados con ríos de tinta (la mía incluida) durante semanas, la de Juan del Val generó mucha indignación durante los días posteriores a su otorgamiento, pero sorpresivamente se desvaneció como un mal sueño que se olvida poco después. Todo impulsado por una suerte de resignación colectiva y la convicción melancólica de que vivimos en tiempos supremamente paradójicos donde literal, y literariamente, cualquier cosa puede acontecer.
El institucionalizado giro comercial que ha dado el premio, por supuesto, es algo que no se le puede criticar a Planeta, pues en el fondo es una empresa que está para lo que están las empresas, como todas. Una línea editorial que ha demostrado ser tremendamente rentable, pues no en vano la obra de Sonsoles Ónega ha sido la más vendida de la historia del galardón con medio millón de ejemplares y once ediciones de tiraje. Cifras que la llevaron a lo más alto de los escalafones en 2023, superando incluso a pesos pesados como Arturo Pérez-Reverte, Isabel Allende, Santiago Posteguillo, Ken Follet o Fernando Aramburu, y que se espera sean ampliamente superadas estas Navidades por la prosa de una figura tan tremendamente mediática como Juan del Val.
Lo auténticamente triste, aunque sus recientes ganadores obviamente no tengan la culpa de ello, es que siendo el Premio Planeta la competición literaria con el bote en efectivo más grande de toda la Tierra (un millón de euros al elegido), contando en su palmarés con dos ganadores del Premio Nobel como Mario Vargas Llosa (Planeta 1993) y Camilo José Cela (Planeta 1994) y teniendo el potencial económico para paralizar las prensas del mundo cada año a la espera de su veredicto, su existencia ha caído en la más absoluta de las insignificancias, seguramente a raíz de malas decisiones que han impactado de frente la línea de flotación de su propio prestigio.
Una oportunidad perdida de potenciar el peso específico del castellano en la industria editorial global que sí está sabiendo aprovechar, a pesar de sus propias limitaciones financieras, el Premio Princesa de Asturias. La auténtica esperanza como certamen de nuestro idioma.
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Redacción Minuto30
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