Una iniciativa ambiental, educativa y comunitaria busca recuperar los manglares de Turbo, hogar del 78 % de estos ecosistemas en Antioquia.
En el municipio de Turbo, una historia de desplazamiento forzado se transforma en un relato de resiliencia, esperanza y defensa de la vida. Comunidades que alguna vez huyeron del conflicto armado se preparan ahora para convertirse en protagonistas de la recuperación de los manglares, ecosistemas vitales para la biodiversidad y la mitigación del cambio climático. Este 25 de julio, en el marco del Día Internacional de la Defensa del Manglar, se presentará oficialmente Latidos del Manglar, una iniciativa liderada por Comfenalco Antioquia en alianza con actores comunitarios, institucionales y sociales.
Latidos del Manglar es una propuesta integral que articula restauración ecológica, educación ambiental, participación ciudadana y ecoturismo comunitario. Su propósito es consolidar un modelo sostenible de conservación que integre las necesidades sociales, económicas y ecológicas de Turbo, una zona estratégica para la protección de la costa y la captura de carbono, pero también históricamente golpeada por el conflicto armado.
El corazón de esta transformación late en los barrios Pescador 1 y 2, asentamientos creados por personas desplazadas principalmente tras la Operación Génesis de 1997, que afectó gravemente a comunidades del municipio de Riosucio, Chocó. Desde entonces, estas familias construyeron su vida en medio de los manglares, generando un asentamiento informal con múltiples desafíos ambientales y sociales. Sin embargo, el paso del tiempo, junto con el acompañamiento de entidades como ACNUR, EPM, el SENA y la Universidad de Antioquia, ha permitido avances significativos, como la legalización del 51 % del territorio, la entrega de títulos de propiedad a 57 familias y la construcción de un innovador acueducto aéreo que provee agua potable a más de 500 hogares.
Hoy, la comunidad no solo ha reconstruido sus hogares, sino que lidera procesos de restauración y cuidado del territorio. Un actor clave ha sido la organización Guardianes del Mangle, constituida recientemente como corporación, que coordina actividades de sensibilización, monitoreo participativo y promoción del ecoturismo científico como fuente de ingresos sostenibles.
El proyecto cuenta con una hoja de ruta que se extiende hasta 2029, y se alinea con el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, el Plan Departamental de Antioquia y el Plan de Desarrollo Municipal de Turbo. Esta articulación permite trabajar en líneas estratégicas como restauración de ecosistemas, mitigación del cambio climático, pago por servicios ambientales y fortalecimiento de emprendimientos verdes. La fase actual del proyecto está centrada en la activación y visibilización ante posibles aliados locales e internacionales, mientras que las próximas etapas contemplan acciones concretas de restauración ecológica, formación comunitaria y diseño de productos ecoturísticos.
Para Lina Noreña Álvarez, líder del Departamento de Cooperación y Alianzas de Comfenalco Antioquia, “esta es una iniciativa construida desde la comunidad para la comunidad, que busca proteger la biodiversidad y generar alternativas de vida digna”. En su visión, el proyecto no solo tiene un impacto ambiental, sino que contribuye al bienestar colectivo y la sostenibilidad territorial.
Los impactos esperados de Latidos del Manglar son diversos, desde la recuperación de hectáreas de manglar y una mayor captura de dióxido de carbono, hasta el incremento en los ingresos de las familias mediante actividades turísticas sostenibles. Además, se proyecta el desarrollo de una cátedra ambiental sobre manglares y la consolidación de uno de los viveros comunitarios más importantes del país.
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— Hora13 Noticias (@hora13noticias) July 23, 2025