
Miguel y Emma conocieron el intercambio de casas hace un par de años a través de unos amigos. Les atrajo esta forma de viajar —que empezó a popularizarse en 2006 tras el éxito de la película The Holiday—, más económica y con una filosofía colaborativa, basada en el trueque: dos partes se ponen de acuerdo para vivir una en la vivienda de la otra durante un determinado periodo vacacional. Ellos eran reticentes a meter a unos completos desconocidos en su hogar, situado en una zona residencial de Almería, al lado del mar. Por eso decidieron apuntarse a la plataforma HomeExchange, en busca de seguridad. “Nos guiamos por las valoraciones que los usuarios se hacen entre sí; creo que es una herramienta muy útil”, cuenta Miguel. Existen varias plataformas y clubes de viajeros de intercambio de casas —HomeLink, Guardian Home Exchange, Intervac, Kindred, en Australia, Aussie House Swap, por citar algunas—.