Aunque Cuba no es precisamente un frente de política exterior que le quite el sueño a nadie en Washington —enfocado más en hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande—, la Casa Blanca ha recordado esta semana una frase que Donald Trump pronunció durante su campaña electoral y que reforzó las simpatías de sus fieles votantes cubanoamericanos: “Como presidente, volveré a apoyar al pueblo cubano en su larga búsqueda de justicia, libertad e independencia”.