La tragedia volvió a sacudir al municipio de Anorí el día de ayer, miércoles 4 de junio, cuando dos adolescentes, de 15 y 17 años, murieron tras detonar una mina antipersonal en la vereda Tacamocho, sector Alto del Zapatillo, zona rural del nordeste antioqueño ampliamente afectada por la presencia de grupos armados ilegales y artefactos explosivos.
De acuerdo con el alcalde de Anorí, Gustavo Silva, los jóvenes, residentes del casco urbano, habían llegado a la zona para realizar trabajos de minería artesanal. Mientras cortaban un árbol necesario para sus labores, ingresaron inadvertidamente a un campo minado, lo que activó el explosivo. Uno de ellos murió en el lugar; el otro, aunque alcanzó a ser auxiliado, falleció antes de llegar al hospital.
“Eran dos menores de edad, uno de 15 años y otro que iba a cumplir los 18. Estaban trabajando para ayudar a sus familias. Toda nuestra solidaridad con sus seres queridos, han quedado destrozados”, expresó el mandatario local.
Según denunció Silva, esa región, que comunica con los municipios de Zaragoza y Cáceres, está infestada de minas antipersonal sembradas por grupos como el ELN, el Clan del Golfo y disidencias de las extintas FARC, en medio de su disputa por el control territorial. “Toda esa zona está altamente minada. Las comunidades campesinas están confinadas, los animales no se pueden mover. Vivimos con miedo”, agregó.
El hecho se suma a otros accidentes recientes ocurridos en ese mismo sector. En febrero, un campesino de 64 años sufrió la amputación de una pierna tras pisar otra mina mientras trabajaba. En diciembre de 2024, tres militares también resultaron heridos durante un operativo en el corregimiento Charcón del Iberia, luego de caer en un campo minado.
La situación ha generado una fuerte reacción del gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, quien criticó duramente la política de seguridad del gobierno nacional y su estrategia de “Paz Total”. En su cuenta de X, escribió: “Antioqueños, es muy doloroso contarles la pérdida de dos menores de 15 y 17 años por causa de una mina antipersonal en la vereda Los Trozos de Anorí. Es la cosecha de contemporizar con bandidos. Esta es la paz total del Gobierno @petrogustavo”.
El gobernador también pidió atención urgente de la comunidad internacional frente a lo que calificó como violaciones sistemáticas al Derecho Internacional Humanitario en el nordeste antioqueño.
Desde la administración municipal de Anorí se ha reiterado la solicitud de apoyo al Gobierno nacional para aumentar el pie de fuerza en la zona y llevar a cabo labores de desminado. No obstante, según Silva, la respuesta ha sido insuficiente: “Es un territorio muy extenso, el Ejército no tiene el personal necesario para cubrirlo. Las comunidades siguen en riesgo”.
La muerte de estos dos jóvenes vuelve a poner en evidencia el drama humanitario que enfrentan las poblaciones rurales atrapadas entre la pobreza, la falta de oportunidades y el conflicto armado.