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Cerca de 300 personas privadas de la libertad en la cárcel de El Pedregal llevan más de dos meses sin poder recibir visitas de sus familias a raíz de una cuarentena por un brote de varicela específicamente en el pabellón R1.
Los reclusos manifiestan su preocupación pues de no controlarse la situación, la enfermedad podría convertirse en una emergencia de salud pública.
Jorge Carmona, defensor de los Derechos Humanos de la población privada de la libertad, hace un llamado urgente a entidades públicas como la Alcaldía de Medellín, la Defensoría del Pueblo y la Personería para que brinden las garantías de salud, alimentación e integridad propias de la dignidad humana.
A estas denuncias se suman los presuntos hechos de violencia sexual y uso excesivo de la fuerza en la misma cárcel el pasado mes de enero cuando la Regional Antioquia del Inpec abrió una indagación previa y se comprometió a remitir toda la información a la Procuraduría para que tomara las acciones disciplinarias correspondientes.
Esta enfermedad que es causada por el virus de la varicela-zóster (VVZ), es sumamente contagiosa y se propaga cuando una persona contagiada tose o estornuda, además del contacto directo con el líquido de las erupciones que aparecen en la piel.
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