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El excomandante guerrillero Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, más conocido como “Simón Trinidad”, presentó este viernes una solicitud formal ante la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad de la JEP para que se le reconozca como víctima del exterminio político perpetrado contra la Unión Patriótica.
En el documento radicado el 5 de diciembre de 2025, su abogada —Sara María Triana Lesmes— argumenta que Trinidad fue perseguido y forzado al exilio mucho antes de su vinculación a las antiguas FARC-EP, como parte del patrón de violencia sistemática contra militantes de izquierda en los años ochenta.
Antecedentes y contexto
En la década de 1980, Trinidad trabajaba como economista y docente en la ciudad de Valledupar, participando en el movimiento cívico popular “Causa Común”, que luego se articuló con la Unión Patriótica.
Según su solicitud, entre 1985 y 1987 sufrió —junto con familiares y allegados— amenazas, hostigamientos y estigmatización política. El documento señala al extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), al Batallón La Popa y a autoridades locales como responsables de actos y omisiones que facilitaron la persecución a miembros de la UP.
Frente a ese clima de violencia, Trinidad asegura que debió exiliarse en México. Luego, asegura, su ingreso a la FARC-EP respondió en parte a esa persecución política.
Qué busca con este reconocimiento
La acreditación ante la JEP no persigue beneficios judiciales o económicos, sino —según la solicitud— un reconocimiento simbólico basado en la verdad y la memoria histórica.
Desde su condena en Estados Unidos —donde cumple 60 años de prisión por secuestro de tres contratistas estadounidenses— sectores de derechos humanos y memoria histórica han señalado que su testimonio podría aportar a la reconstrucción del conflicto armado en Colombia.
Este paso se enmarca en el Caso 06 – Victimización de miembros de la Unión Patriótica, abierto en 2022 por la JEP, que busca investigar el exterminio sistemático de miembros y simpatizantes de la UP, con un historial de miles de asesinatos, desapariciones y desplazamientos.
La JEP ahora deberá evaluar la documentación presentada y determinar si Trinidad cumple con los requisitos establecidos por la ley para ser acreditado como víctima del conflicto armado. De obtener el reconocimiento, podría participar —aunque esté privado de la libertad— en las etapas de verdad, reparación simbólica y construcción de memoria histórica.
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