Silencio de las disidencias preocupa en el caso de secuestro de Lyan

Foto sacada de redes sociales.

La incertidumbre crece en el Valle del Cauca ante la falta de comunicación con los secuestradores del pequeño Lyan Hortúa, retenido por el frente ‘Jaime Martínez’ de las disidencias de las Farc en Jamundí.

La Arquidiócesis de Cali, junto a la Misión de Verificación de la ONU, informó que desde hace una semana no ha recibido respuesta de los captores, lo que dificulta las gestiones para lograr la liberación del menor.

El padre Diego Guzmán, director de la Pastoral Social de la Arquidiócesis, expresó su preocupación: “No hemos tenido ninguna señal que indique avances hacia una acción humanitaria para la liberación de Lyan. Este silencio es alarmante”.

A pesar de la interrupción en el diálogo, la comisión humanitaria mantiene abiertos los canales de contacto, buscando garantizar el retorno seguro del niño a su familia.

La situación ha generado indignación en la comunidad. Recientemente, familiares, amigos y ciudadanos de Cali y Jamundí salieron a las calles exigiendo la libertad de Lyan.

La personera de Jamundí destacó que el menor “merece celebrar su cumpleaños en casa”, mientras que la vicepresidenta de la República, en una visita a la zona, reiteró el llamado a su liberación inmediata.

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En una mesa de seguridad de alto nivel, las autoridades acordaron evitar operaciones militares que puedan poner en riesgo la vida de Lyan, priorizando una solución pacífica. El presidente Gustavo Petro, desde su cuenta en X, fue contundente: “Lyan no es mercancía. Quienes lo retienen son tratantes de personas. Desobedezcan a sus superiores y libérenlo ya”.

Las organizaciones humanitarias insisten en que el diálogo es la vía para resolver este caso, mientras el país permanece atento a cualquier novedad sobre el caso de Lyan.

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