Con el fin de evitar los índices de reincidencia y tener un nuevo proyecto de vida cuando terminen de cumplir su condena, 300 mujeres privadas de la libertad se capacitan laboralmente gracias a una fundación.
En la Fundación Valora-T Colombia, las mujeres reciben formación en el manejo de emociones, tolerancia a la frustración, resolución de conflictos, maquillaje de uñas, atención en Call Center, incluso, algunas confeccionan para grandes empresas.
Las mujeres reciben apoyo con el cuidado de sus hijos, a quienes se les brinda un lugar seguro, alimentación, educación y acompañamiento psicosocial.
“Cuidamos a las niñas, niños y adolescentes mientras sus madres están en prisión, pero las formamos a ellas un año antes de recobrar su libertad, formamos para el trabajo proyecto de vida, habilidades para la vida, luego salen y les gestionamos un empleo y continuamos con su proceso de formación”, afirmó Mónica Alejandra Gómez, directora Fundación Valora-T Colombia.
Cada mes, los menores son llevados a la cárcel El Pedregal para que visiten a sus madres y se fortalezca el vínculo materno.
Narlys Sánchez de la Rosa, pospenada y beneficiaria habló sobre su experiencia con la segunda oportunidad que le dió la vida de capacitarse laboralmente
Gracias a este tipo de fundaciones que ayuden a las mujeres privadas de la libertad, se le apuesta a garantizar la no repetición y brindar nuevas oportunidades.