A mediados del mes de octubre, del presente año, se celebró en el recinto de Comfama (Medellín) la “Feria Popular de Brujería”, haciendo alusión al “Primer Congreso Mundial de Brujería” que se tuvo hace cincuenta años en la misma ciudad organizado por Simón González, hijo del ilustre pensador antioqueño Fernando González. Supe por los medios de comunicación que esta vez hubo comunidades negras, indígenas, tarotistas, gitanas, yerbateros, en fin… no hubo brujas haciendo el mal, o algo semejante; pero, «que las hay, las hay».
La maldad existe y existirá mientras exista la humanidad. Me puse a hablar del tema con un amigo y le dije que yo tenía sospechas de ser brujo, esto porque vengo de una familia donde hubo prácticas supersticiosas; bueno, no solo en mi familia, en la comunidad en general.
Le conté a mi amigo que en mi casa los 31 de diciembre, a la media noche, se comían doce uvas pidiendo un deseo por cada uva, algunos metían un huevo en un vaso con agua debajo de la cama, ¿para qué?, nunca supe, otros salían despavoridos con unas maletas grandes corriendo como locos por toda la calle; obvio no faltaba el sahumerio y los calzones amarillos. Ritos raros. Le conté que una vez me llenaron los bolsillos de lentejas, según eso, se trataba del ritual de la abundancia. Mi amigo me miraba y se reía, le pregunté si había vivido eso y me dijo que sí.
El tema llamó tanto la atención de mi amigo que empezamos a recordar un montón de prácticas raras que hacen parte de la cultura popular. Por ejemplo, se dice que pasar debajo de una escalera traerá mala suerte; hacer el amor un viernes santo es considerado algo fatal, pecaminoso, el viernes santo era de reposo y crucial para cortarse el cabello, con el fin de que se volviera más grueso y abundante.
Lo más llamativo era que en casi todas las casas ponían, detrás de la puerta, una penca de sábila con una herradura y una cinta roja ¿para qué?, no sé, pero esa penca se mantenía años y años sin necesidad de estar en tierra o echarle agua, ¿cómo sobrevivía la penca?, eso solo lo saben los espíritus chocarreros. Cuando una visita se alargaba y se volvía cansona paraban la escoba detrás de una puerta y le echaban sal, la visita se iba. ¿Magia? Nunca supe el misterio de tanta efectividad.
Cuando una mujer tenía sospechas de estar embarazada, la primera orina de la mañana debía echarla en un recipiente donde previamente había una aguja, se dejaba por un día y si la aguja se oxidaba era embarazo seguro; hoy venden pruebas de embarazo, pero, nuestras abuelas hacían las suyas. Cuando el bebé nacía, esperaban a que se le cayera el ombligo para enterrarlo en una matera, o en el solar de la casa, no se podía botar a la basura, eso traería ruina y enfermedades. En el momento que el bebé tenía hipo, la mamá babeaba un hilo y lo ponía en la frente del bebé, el hipo se iba; ¿cuál era el poder del hilo ensalivado? No sé.
Sigue al canal de WhatsApp de Opinión
A los niños recién nacidos lo primero que les ponían era una pulserita, en la mano izquierda, pulserita que le compraban a los indígenas para evitar el mal de ojo; no había niño que no tuviera la pulserita con sus chaquiras de diferentes colores, colores que tenían su significado. Algo bien raro era que una mujer menstruando no debía cargar un bebé, ya que a este le daba pujo, las mujeres eran muy cuidadosas con eso. Cualquiera no podía cortar las primeras uñas del bebé, debía ser alguien autorizado por la mamá y, ese alguien, debía comprometerse a darle un obsequio al bebé para que este no fuera ladrón.
Cuando alguien tenía un viento, mico o lumbago, se le ponía en la oreja un cono hecho con papel periódico, el viento salía expulsado como si fuera un demonio. Era muy común que en las manos la gente tuviera verrugas, ellas salían, así como así, la recomendación era frotar una piedrita en la verruga y luego lanzar la piedra hacia atrás sin voltear a mirar, quien en lo sucesivo tocara o cogiera esa piedrita se le pasaba la verruga. ¿Brujería?, no sé.
Si alguien era meón y se orinaba en la cama, el rito era ponerlo a orinar en una piedra o adobe caliente, santo remedio. Siguiendo con los achaques, era muy común tener orzuelos, una especie de granito en los ojos, la solución era ponerse saliva en ayunas o calentar un frijol y ponérselo en el ojo. Evitando el mareo al viajar, la gente se ponía sal en el ombligo y lo tapaban con esparadrapo; también funcionaba llevar un limón en la mano.
Algo muy curioso que me llamó la atención, fue escuchar que quien apague la luz de la habitación la noche de luna de miel, se muere primero; vale también para las parejas en los moteles. Siguiendo con ritos de la buena suerte, se recomendaba tener un billete (dólar), bien dobladito en la billetera, también se llamaba la buena suerte encendiendo una vela antes de salir a una entrevista de trabajo o un examen en la universidad; mi madre encendía una vela para que amainara la lluvia.
Si seguimos con el cuento no podemos dejar por fuera a las mamás que parecían brujas, las sentencias de las madres eran más que efectivas; “no se suba ahí que se cae”, dicho y hecho uno se caía; “no lo coja así que se le riega”, dicho y hecho se regaba; estas y muchas sentencias más se volvían realidad y nuestras mamás que yo sepa no eran brujas. Ahora, ellas también leían el futuro, “siga así como va y le va a pasar cacho”, preciso pasaba algo malo; “ese amiguito suyo no me gusta”, y así sucesivamente.
Para mí el ser humano es energía y esa energía hace que las cosas pasen, las energías se sienten, cuando uno se acerca a una persona de inmediato se da cuenta que clase de energía tiene; los cementerios, los hospitales y las cárceles son lugares cargados de muchas energías, al entrar en ellos uno siente de inmediato la pesadez.
Dios existe, claro que sí existe, llámese, Alá, Jesús, Jehová, Mahoma, Buda… ¡Uh!, “que las hay las hay”, la maldad existe y es imposible negarlo, algunos que posan de buenos son más malos que Caín. Esa noche me acosté pensando que yo debo ser brujo ya que me crie en una cultura de muchas supersticiones, pero mi amigo me dijo que salí negativo para brujo.
Aquí más Columnas de Opinión
Las opiniones que aquí se publican son responsabilidad de su autor.

hace 5 horas
7








English (US) ·
Spanish (CO) ·