Rigo, indomable del ciclismo ante caídas y fracturas

hace 1 mes 19

El cuerpo de Rigoberto Urán muestra las secuelas de lo grave y peligroso que puede llegar a ser el ciclismo, pero la fuerza de sus piernas refleja lo lejos a lo que se puede escalar en medio de las adversidades. En 2019, en la Vuelta a España, por poco pierde la vida y, tras su regreso allí en 2022 ganó etapa.

Más allá de la gravedad de las lesiones sufridas y a los ruegos de sus seres queridos para que se retirara de la alta competencia por temor y precaución a nuevos accidentes, en Rigo pesó más, en esos instantes de dolor, la pasión y el gusto por seguir corriendo.

La vida de Urán en el pedalismo, en el que suma 19 años en el World Tour, todo un récord para un ciclista colombiano, ha sido una montaña rusa. Entre la alegría y tristeza ha mostrado nervios de acero.

Esta temporada, el gran Rigo, único rutero nacional con medalla olímpica (plata en Londres-2012), y subcampeón de los giros de Italia 2013-2014 y del Tour de Francia 2017, decidió poner punto final a su carrera.

De hecho eligió la Vuelta a España como su última carrera de tres semanas antes de su adiós del ciclismo. Pero ahora su retiro es incierto tras el severo accidente reciente en la edición 79 de la prestigiosa prueba. ¿Se irá sin los reconocimientos esperados después de su exitosa carrera? Su equipo, por lo pronto, lamentó que “su último baile” en certámenes de esta índole haya terminado de esa manera.

Tras las radiografías realizadas, su equipo EF Education informó que el nacido en Urrao hace 37 años sufrió una fractura en la cadera izquierda y que si bien no necesitará operación, es complicado que pueda correr el resto de año.

Esta nueva lesión hizo recordar otros infortunios de Urán en el deporte, tras los cuales siempre se levantó con más fuerza para impresionar ante los grandes del pedal.

Recuperación asombrosa

El accidente que tuvo en 2007 fue tan impresionante que Marlon Pérez, el hombre que le tendió la mano para que llegara al ciclismo europeo, le decía a Rigo, en la casa que vivían en Brescia (Italia), que veía difícil que volviera a ser el mismo de antes.

“En 2006 se había fracturado la clavícula en una carrera en Bélgica, pero este nuevo golpe fue tan fuerte que pensé que se iba a retirar. Había que llevarlo cargado al baño y darle de comer. Se quebró las dos manos, un pie, se lesionó una de sus vértebras, parecía un nazareno”, le dijo Marlon a EL COLOMBIANO días atrás.

“Era la Vuelta a Alemania, iba disparado en busca de la victoria y en un descenso perdió el control de la bicicleta, casi se mata”, rememoró Pérez, al agregar que al corredor le dieron seis meses de incapacidad, pero a los cuatro ya estaba montando en rodillos con los brazos enyesados. Nueve meses después fue subcampeón en Cataluña.

En el Tour de Francia 2018, Urán se retiró debido a una fuerte caída. Meses antes, en la País Vasco, le dijo adiós a la competencia al estrellarse contra un muro, sin lesiones graves.

En la Vuelta a España 2019, Rigo y su familia vivieron momentos de angustia. Sufrió fracturas de clavícula izquierda y omoplato, y presentó daños en su pulmón debido a varias fracturas de costilla.

“Que te tengan que ayudar no solo para llevar la cuchara a la boca, sino hasta para ir al baño a orinar o pegarte un duchazo es muy berraco”, indicó en su momento Urán, quien siguió firme en el deporte más allá de que su madre (Aracely Urán) y su esposa (Michelle Durango) le pedían que frenara su andar en el pedalismo.

En 2022 sufrió una caída en la Lieja, y se fracturó el hombro en el Tour de Romandía. Se recuperó y ganó esa temporada etapa en Vuelta a España.

Ahora, en esta competencia volvió a visitar el pavimento. Más allá del problema de cadera que sufre, saber que salió caminando del hospital es buena señal para ver pronto en bicicleta al Toro de Urrao y así tener el adiós anhelado. En el ciclismo, Urán es un ejemplo de tenacidad.

Leer el artículo completo