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León XIV denunció las heridas que aún dividen al mundo: el odio, la violencia, la exclusión y la injusticia ecológica
Revive su primera misa: León XIV inicia su pontificado con un llamado a la unidad y al amor
Resumen: Papa León XIV inicia su pontificado con un llamado a la unidad, el amor y el servicio en la Plaza de San Pedro.
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Minuto30.com .- En una emotiva y solemne ceremonia celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV inició oficialmente su ministerio petrino con un mensaje centrado en el amor, la unidad y el servicio. Ante miles de fieles y autoridades civiles y religiosas, el nuevo Pontífice expresó su compromiso de guiar a la Iglesia como un siervo, no como un líder superior, reconociendo que fue elegido “sin ningún mérito” y con el deseo de “hacerse siervo de la fe y de la alegría”.
La ceremonia comenzó en el interior de la Basílica de San Pedro, donde León XIV rezó ante la tumba del Apóstol. Luego, en procesión, se trasladaron al altar las insignias papales: el Evangeliario, el Palio y el Anillo del Pescador. Durante el rito, el nuevo Papa recibió estas insignias de manos de cardenales representativos de los distintos órdenes, seguido por el acto simbólico de obediencia de doce representantes del Pueblo de Dios.
Durante su homilía, León XIV evocó la figura de San Agustín para ilustrar el anhelo espiritual del ser humano y recordó con emoción al Papa Francisco, recientemente fallecido, cuya partida dejó a la Iglesia “como ovejas sin pastor”. Subrayó que su elección llega en un tiempo lleno de desafíos, pero también de esperanza, donde la fe debe ser custodiada con valentía y compasión.
El Santo Padre centró su mensaje en la misión que Cristo confió a Pedro: ser pescador de hombres, servidor de todos y testigo del amor incondicional de Dios. Enfatizó que ningún sucesor de Pedro debe convertirse en un jefe distante o autoritario, sino que debe caminar junto al pueblo, guiándolo con humildad. “Una Iglesia unida, signo de comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado”, fue su llamado.
Finalmente, León XIV denunció las heridas que aún dividen al mundo: el odio, la violencia, la exclusión y la injusticia ecológica. Frente a ello, instó a todos los fieles a convertirse en testigos activos del Evangelio. “Hermanos, hermanas, ¡esta es la hora del amor!”, proclamó con firmeza, alentando a construir una Iglesia misionera, abierta al mundo, fraterna y guiada por el amor de Cristo.
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