hace 1 semana
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El tema de la seguridad del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, se ha convertido en un punto de tensión, que ha ido moviéndose de baja a alta intensidad, entre el Gobierno Nacional y la Alcaldía de la ciudad.
El episodio más reciente fue la alerta que recibió el burgomaestre sobre un atentado que se estaría fraguando en su contra. El jueves de la semana pasada, finalizando septiembre, lo llamó el general de la Policía Rosenberg Novoa Piñeros, comandante de la Región 6 (Antioquia, Córdoba y Chocó), a comentarle que en una reunión de inteligencia se había tocado el tema.
El viernes hizo lo propio el general del Ejército Jorge Ricardo Hernández, comandante de la Cuarta Brigada. Sin embargo, a pesar de que la alerta provenía de una agencia de inteligencia del Estado –al parecer la Dirección Nacional de Inteligencia– ningún funcionario de esta u otra entidad se comunicó con el alcalde Gutiérrez para advertirle sobre el hallazgo.
Una semana después, el gobierno nacional finalmente se manifestó públicamente para informar sobre el hecho. Ese jueves 3 de octubre, tras un consejo de seguridad que se llevó a cabo en el oriente de Antioquia, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, dijo: “No voy a mencionar detalles. Hemos transmitido efectivamente, luego de recibir de una agencia de inteligencia, información sobre un posible atentado contra el señor alcalde de la ciudad, hemos transmitido esa información tan pronto se tuvo conocimiento al señor alcalde”.
Y agregó: “Sus medidas de seguridad fueron reforzadas. Se dispuso además de una cápsula de investigación de la Dirección de la Policía Dipol, del Gaula y de de la Dirección de inteligencia Dijín para evaluar, investigar, la posibilidad de realización de un atentado”.
Sin embargo, en la Alpujarra se alcanza a sentir el malestar porque sienten que no es claro el interés de la Casa de Nariño en brindarle seguridad al mandatario local. Como es bien conocido la relación entre el presidente Gustavo Petro y el alcalde Gutiérrez no es la mejor, según ha dicho en entrevistas, entre los dos no hay comunicación.
Petro ha ido incluso más allá, y en un mensaje en su cuenta de X, el pasado 19 de agosto escribió: “Le pregunto al alcalde de Medellín: ¿El alcalde Medellín reconoce al presidente de la República como su presidente?”
Curiosamente, cuatro días después de ese trino, el 23 de agosto, la Alcaldía recibió una comunicación de parte del Gobierno Nacional en la que notificaban que, de acuerdo con las recomendaciones del Comité de evaluación de riesgo y recomendación de medidas, Cerrem, le iban a “ajustar las medidas de protección” al alcalde Federico Gutiérrez, según le informaron la reducción de la que se hablaba iba a ser inicialmente del 100% y luego sería de hasta un 70% en comparación con el esquema que tenía en 2022, cuando era candidato a la Presidencia.
Se trataba de una reducción parcial del equipo de seguridad del Alcalde, en la medida en que afectaba solo a las unidades y vehículos que aporta la Unidad Nacional de Protección UNP, mientras que el refuerzo de la Policía quedaba intacto.
Según pudo conocer EL COLOMBIANO, con personas cercanas a ese Comité, mientras la UNP y el Ministerio de Interior estuvieron de acuerdo en reducir el esquema de seguridad de Gutiérrez, la Policía se mantuvo al margen.
En ese momento se armó una polémica menor, que con el vertiginoso acontecer del país pronto se desvaneció. Sin embargo, en lo ocurrido hay varias piezas que no encajan. En primer lugar por qué sin mediar un nuevo estudio de riesgos de seguridad del alcalde de Medellín, le iban a reducir su esquema.
La explicación que se ha conocido es la de que como ya no era candidato a la Presidencia, sino alcalde, le reducían el grupo de escoltas en función de su nuevo cargo, no del riesgo.
Si bien, podría entenderse que un candidato a la Presidencia requiera un equipo más nutrido de escoltas, el momento en que se produjo la notificación no fue el más afortunado, apenas cuatro días después del malestar expresado públicamente por el presidente contra el alcalde.
Además, el hecho de que no tuvieron en cuenta un estudio de riesgo, para adelgazar la seguridad, también deja un mal sabor.
Sobre todo, cuando por esos mismos días el país era testigo del uso de esquemas de seguridad de la UNP para transportar disidentes de las Farc con órdenes de captura, que llevaban además armas, en los vehículos de esta agencia del Estado. Fue el caso de alias Firu, que resultó capturado en Cisneros, Antioquia, mientras se transportaba con otros acompañantes y armas en una camioneta de la UNP a finales de julio.
Asimismo, el hecho de que el director de la Unidad Nacional de Protección sea Augusto Rodríguez, tal vez el hombre de confianza de Gustavo Petro en los últimos 30 años no ayuda para amortiguar las suspicacias.
Y para completar, un mes después, aparece esta alerta de posible atentado contra el alcalde Gutiérrez, que el ministro Velásquez, un poco a regañadientes, salió a confirmar este jueves.
Luego de la decisión del Ceres, del 23 de agosto, no se ha hecho efectiva la decisión de suprimir la mayoría del esquema de seguridad de la UNP al alcalde. Y según señaló el ministro Velásquez “La parte del esquema en realidad no se ha retirado al día de hoy de la Unidad Nacional de Protección, pero tiene una importante protección además de parte de la Policía Nacional, que hizo la evaluación de riesgos y proporcionó el número suficiente para garantizar esa seguridad”.
Lo cierto es que esta semana le reforzaron el esquema al alcalde con miembros de policía.
¿Quién quiere matar a Fico?
Una de las hipótesis que se maneja es que podría tratarse de la banda de Los Chivos, que delinque en el corregimiento de Altavista, y uno de cuyos presuntos líderes, alias Chatán, hijo de uno de los supuestos jefe de ese clan familiar, fue capturado durante la anterior alcaldía de Federico Gutiérrez.
Esta banda estaría subordinada a estructuras criminales como la de Los Mesa, y alguno de sus cabecillas estaría en proceso de ser declarado gestor de paz.
Hace poco más de quince días habitantes de este corregimiento, en el suroccidente de la ciudad, se comunicaron con una emisora local para denunciar que Los chivos, autorizados por alias Chatán, hoy detenido, desde hace meses tienen azotada a la comunidad.
Según el denunciante, están vendiendo lotes de manera ilegal por precios que van de 5 a 10 millones de pesos, pero no les dan el lote, los amenazan y se quedan con el dinero.
Asimismo, estarían arrendando ranchos construidos en zonas de invasión y además les cobran entre 15 y 30 mil pesos mensuales por energía y agua que la banda le roba a EPM.
El alcalde Federico Gutiérrez ha dicho: “A las estructuras criminales no les tenemos miedo y les vamos a seguir dando golpes. Entonces, que tengan claro que nosotros no vamos a parar en la lucha en contra de las estructuras criminales”.
Una de las hipótesis que se maneja es que podría tratarse de la banda de Los Chivos, que delinque en el corregimiento de Altavista, y uno de cuyos presuntos líderes, alias Chatán, hijo de uno de los supuestos jefe de ese clan familiar, fue capturado durante la anterior alcaldía de Federico Gutiérrez.
Esta banda estaría subordinada a estructuras criminales como la de Los Mesa, y alguno de sus cabecillas estaría en proceso de ser declarado gestor de paz.
Hace poco más de quince días habitantes de este corregimiento, en el suroccidente de la ciudad, se comunicaron con una emisora local para denunciar que Los chivos, autorizados por alias Chatán, hoy detenido, desde hace meses tienen azotada a la comunidad.
Según el denunciante, están vendiendo lotes de manera ilegal por precios que van de 5 a 10 millones de pesos, pero no les dan el lote, los amenazan y se quedan con el dinero.
Asimismo, estarían arrendando ranchos construidos en zonas de invasión y además les cobran entre 15 y 30 mil pesos mensuales por energía y agua que la banda le roba a EPM.
El alcalde Federico Gutiérrez ha dicho: “A las estructuras criminales no les tenemos miedo y les vamos a seguir dando golpes. Entonces, que tengan claro que nosotros no vamos a parar en la lucha en contra de las estructuras criminales”.
Gutiérrez también comentó que continuará con sus actividades habituales, independiente de las amenazas.
“Esta no es la primera vez ni será la última que me amenazan, mientras más resultados tengamos contra ellas. ‘Mientras más piquen, más duro les damos’. Y, nuevamente lo digo, nunca ha sido mi interés hacer de esto un conflicto político. Eso no puede pasar. He sentido el acompañamiento del ministro y de las autoridades, y así debe suceder con cualquier persona. No nos vamos a encerrar, seguimos a las calles”, anunció.
Finalmente el mandatario local detalló que entendía la prudencia del ministro para poder dar con los responsables del hecho. Eso sí, aprovechó la situación para comentar que la Paz Total no puede ser excusa para no enfrentar las estructuras criminales, por lo que pidió que el accionar de las autoridades las golpee a todas por igual.
“El carnet de gestor de paz, que han dado a tantos criminales, no puede convertirse en una licencia para delinquir en el país. Solo debe haber apoyo absoluto a nuestra Fuerza Pública, pues lo único que debe seguir pasando son los golpes contundentes contra los criminales con capturas y la extinción de dominio”, puntualizó Gutiérrez.
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