Donald Trump no acostumbra a salir de la Casa Blanca para darse una vuelta por Washington. Si lo hubiera hecho esta semana seguramente no le habría gustado la vista: una ciudad engalanada con los colores del arcoíris para celebrar el World Pride. Es una ocasión especial: la capital estadounidense, de larga tradición en la lucha homosexual, siempre celebra por estas fechas el Orgullo LGTBIQ+, pero esta vez el festejo era global.