“¡No queremos desaparecer!”: Habitantes de un turístico corregimiento en Nuquí se tomaron el aeropuerto local como protesta

Los habitantes del corregimiento Termales, en el municipio de Nuquí, describen su situación como “de vida o muerte”. Desde hace cinco meses, una grave erosión amenaza con arrasar esta pequeña población, conocida por recibir cada año a cientos de turistas que acuden a presenciar el avistamiento de ballenas y tortugas.

La situación es crítica. Desde que ocurrió la emergencia debido al desbordamiento, ya se han perdido 30 casas, bares y cabañas turísticas, así como el club de surf, la cancha, el punto de conectividad y una parte significativa de la playa de la Costa Pacífica chocoana.

Pero eso no es todo: los habitantes temen que la iglesia local sea la próxima en caer. Sus cimientos han sido socavados por el agua, por lo que, en un esfuerzo por prevenir una tragedia, los residentes decidieron quitar el techo de la iglesia, para que, si se desploma, no cause daño a nadie. La emergencia ha avanzado tan rápido que, cuando comenzó, la iglesia estaba aproximadamente a una cuadra del mar, y hoy está al borde del abismo.

Desesperados ante el implacable avance de la erosión, la comunidad decidió tomar medidas rápidas. Se organizaron convites para levantar un muro de contención con costales llenos de material, en un intento por frenar el avance del mar. Sin embargo, la fuerza de las olas ha sido tan poderosa que arrastró los sacos como si fueran de algodón en lugar de piedras.

Hace unas semanas, el alcalde y una comitiva de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo (UNGRD) visitaron la zona y prometieron atender la calamidad, aunque indicaron que primero debían analizar la afectación. “Estamos analizando la situación y la afectación; tomaremos una decisión para intervenir y recuperar este tramo de playa”, dijo un funcionario de la Unidad. Sin embargo, el problema es que la comunidad no tiene tiempo; en cualquier momento, una ola podría llevarse lo que queda.

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Ante este panorama, y para llamar la atención de las autoridades locales, departamentales y nacionales, desde este lunes, los habitantes de Termales decidieron ocupar el aeropuerto de Nuquí. Se instalaron en la pista, afectando la llegada y salida de vuelos.

“Estamos invitando a todas las comunidades a que nos apoyen en esta iniciativa para evitar que Termales desaparezca. Si Termales desaparece, el turismo en la cabecera municipal de Nuquí y sus alrededores disminuirá drásticamente”, declaró Jair Moreno, líder de la protesta.

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Como era de esperarse, el cierre del aeropuerto ha afectado a cientos de turistas, algunos de los cuales han expresado su frustración, exigiendo la reapertura de la terminal para tomar sus vuelos.

“Gobernadora, en Nuquí necesitan urgentemente su presencia. Los manifestantes dicen que si usted se acerca a dialogar, desbloquearán el aeropuerto. Necesitan una solución ya”, se lee en un comentario en la red social X.

Finalmente, el personero municipal pide la intervención urgene del Gobierno Naciona.

“Hacemos un llamado que, por favor, se siente dialogar con la comunidad de Termales para buscar una solución de manera eficiente y rápida, que eso es lo que ellos quieren hoy”, dijo el funcionario.