
No quería dejarles una carga. A los dos hijos de la fotógrafa María Teresa García (Sangolquí, 1945) no les interesa demasiado el oficio de su madre y no viven en Ecuador. Por eso, en 2022, a finales de la pandemia de la covid-19, contrató a un historiador para que la ayudara a organizar, por primera vez, su archivo. Temía que le pasara lo que a otros fotógrafos: que su obra muriera junto con ella.