Laura Bozzo nació sin filtros. Desde que era niña, en el seno de su familia de ascendencia italiana, trataron de corregirla. Su madre le decía que “en boca cerrada no entran moscas”. Hasta le ponían chile, pero no había forma de que se quede callada, según recuerda en una videollamada desde su departamento en Acapulco, donde vive hace nueve años. La presentadora de televisión, que se define a sí misma como “la más vista y querida en América”, se ha reinventado en cada una de sus resurrecciones. Esta vez regresa fiel a su esencia, “sin censura”, con un documental sobre su vida. Uno que titula como su nombre y que ya se encuentra disponible en la plataforma digital Vix.