La plantilla de Castilla y León televisión se encuentra en una semana de huelga, coincidiendo con la Semana Santa, las populares procesiones y con los Premios de Castilla y León al final de la misma, para reclamar mejoras laborales. Los empleados llevan varios meses protestando ante sus condiciones, que critican por lo escaso de su sueldo, la pobre proyección profesional o los horarios y la dificultad para conciliar. Esta semana de parones y manifestaciones pretende seguir presionando a las adjudicatarias de este servicio autonómico, que son empresas ligadas a constructoras de gran peso en Castilla y León y que reciben anualmente unos 21 millones de euros para su funcionamiento. “Sobran los motivos”, alegan los convocantes, en huelga desde el 14 de abril hasta el 22, fecha donde se celebrarán los Premios de Castilla y León.