El mercado cambiario se ha convertido en una olla a presión para el Gobierno de Javier Milei a las puertas de las elecciones legislativas. La moneda se devaluó este lunes casi un 2%, hasta los 1.385 pesos por dólar, y sumó tensión a la estrategia oficial para mantener estable la cotización. La ruptura de la pax cambiaria en un país como Argentina, que identifica las devaluaciones de su moneda nacional con turbulencias económicas, pone en riesgo la curva descendiente de la inflación que el Ejecutivo ultraderechista presenta como su gran baza electoral.