
Colombia vive desde el domingo en estado de excitación tras hacerse públicos unos audios en los que se escucha a Álvaro Leyva planear la caída de Gustavo Petro. La clase política en bloque salió a repudiar el proceder del excanciller, un dirigente conservador de 82 años que lleva moviéndose en los pasillos del poder medio siglo. La duda, ahora, radica en qué tan lejos llegó en su complot para derribar al presidente, en el que quiso involucrar al secretario de Estado, Marco Rubio, y a actores armados como el ELN y el Clan del golfo. Podría tratarse de la aventura solitaria de un confabulador o un hombre con una hoja de ruta clara que decía tener la capacidad de sacar a Petro de la Casa de Nariño “en 20 días”.