La fórmula del éxito de Ángel Barajas revelada por su mamá: Fe, disciplina y amor de madre

En un rincón de Colombia, donde las aspiraciones se entrelazan con la cotidianidad, se fragua la historia de Ángel Barajas, un joven de 17 años que ha encendido el orgullo de un país entero al ganar la primera medalla de plata para Colombia en los Juegos Olímpicos de París 2024. Este logro, que va más allá de una simple medalla, es el reflejo de una disciplina férrea y un soporte inquebrantable, personificado en su madre, Angélica Vivas.

En una entrevista con la W Radio, Angélica Vivas compartió detalles de la rutina y vida de su hijo, revelando la esencia del campeón que Ángel está destinado a ser. Desde una perspectiva materna, explicó cómo su hijo se aleja de las tentaciones típicas de su edad, priorizando su entrenamiento y su relación con Dios.

“Tiene 17 años y a esa edad los muchachos quieren calle, rumbas, fiesta, pero él todavía se acuesta a las 8:00 de la noche y sale de la casa a las 6:00 de la mañana, llega a las 3 o 4 de la tarde y lunes y martes vamos a la iglesia. Llega cena y a dormir, nunca me hizo un reproche por eso”, relató Angélica, con un orgullo que trasciende las palabras.

Desde temprana edad, Ángel mostró un talento innato para la gimnasia, un talento que no pasó desapercibido para un vecino que fue el primero en ver en él el potencial para triunfar. “Él me insistió y así fue como Ángel llegó al coliseo. Mi hijo era un buen estudiante, pero le gustaba más la gimnasia que el colegio”, recordó Angélica, subrayando cómo aquel consejo cambió el rumbo de sus vidas.

La dedicación y el sacrificio no solo son parte de la rutina diaria de Ángel, sino que también representan un compromiso constante con el deporte que ama. “Ahora hay que seguir trabajando porque esto le exige más a Ángel para mantenerse en el nivel en el que está, tiene que seguir trabajando para seguir en ese nivel”, afirmó su madre, consciente de que este logro es solo el inicio de un camino lleno de desafíos y oportunidades.

Para la familia Barajas Vivas, la fe es el ancla que mantiene a Ángel enfocado y motivado. Angélica compartió cómo Dios ha sido un guía constante en sus vidas, proporcionándoles fortaleza en momentos de duda y cansancio. “Todo deportista llega un momento en el que se cansa, pero para eso hay que hablarles mucho, el mejor psicólogo que uno puede tener es Dios, nosotros vamos de la mano de Dios y afortunadamente a nosotros Dios nos habla, todo en la vida tiene sus esfuerzos y como él mismo dice, lo que plante ahora lo recoge luego, ahora está viendo sus frutos”, expresó Angélica.

La familia ha asistido a una iglesia cristiana durante más de una década, donde Angélica ha inculcado a sus hijos la importancia de la espiritualidad. “Nosotros asistimos a una iglesia cristiana hace 13 o 14 años, Dios nos habla por medio de la profecía, desde muy pequeño yo llevaba a Ángel a la iglesia y desde ahí nos hemos venido preparando para lo de Dios. Es algo que siempre les he inculcado a mis hijos, esa es la mejor herencia que uno le puede dejar a sus hijos”, enfatizó.

El camino hacia la cima está lleno de retos, pero también de recompensas. Ángel Barajas, con solo 17 años, ya ha dejado una huella imborrable en la historia del deporte colombiano. Su compromiso, guiado por el amor de su madre y su inquebrantable fe, promete más logros en el futuro. La historia de Ángel es un testimonio inspirador de cómo la disciplina, el apoyo familiar y la espiritualidad pueden transformar sueños en realidad. En cada salto y cada giro en el coliseo, lleva consigo no solo la esperanza de un país, sino también el legado de una madre que siempre creyó en él.