Jóvenes del colectivo Reverdecer resignifican el espacio público con una huerta comunitaria en El Carmen

hace 1 mes 10

En un rincón verde del municipio, un grupo de jóvenes ha venido transformando el uso del espacio público a través de un proyecto que combina memoria, resistencia y saber ancestral: la Ciudadela Comunitaria La Maicera.

Este lugar, ubicado en una zona urbana del municipio, funciona como una huerta comunitaria en la que se cultivan alimentos ancestrales como la achira, la amapapa, el plátano, el lulo y el ají. También se han sembrado árboles y especies nativas como el árbol loco, el cordoncillo, el pino romerón, y plantas poco conocidas como el bore, el chachafruto y el tabaco, que representan un legado del conocimiento campesino tradicional.

“Queremos revitalizar esas prácticas y saberes campesinos que aún siguen habitando la ciudad, pero que muchas veces no encuentran espacios adecuados para esa reapropiación cultural”, expresó Pablo Restrepo a DiariOriente.

La Ciudadela Maicera no es solo un espacio de cultivo, sino también un escenario de encuentro, aprendizaje y reflexión. Allí se desarrollan ejercicios de formación en botánica, agroecología y educación ambiental desde una mirada no convencional. Los jóvenes del colectivo proponen ver este lugar como una bioaula, es decir, un aula viva donde se aprende desde la experiencia directa con la tierra y sus ciclos.

“La invitación es a que los conocimientos académicos se traigan al territorio, como una forma de reapropiación. Que se reconozca cómo el arte, el muralismo y las huertas comunitarias también pueden ser formas legítimas de habitar y cuidar el territorio”, añadió Restrepo.

El colectivo Reverdecer ha convertido esta iniciativa en un símbolo de resistencia cultural y ecológica, recuperando prácticas que durante años fueron desplazadas por el conflicto armado y el olvido institucional. Hoy, este espacio florece como una alternativa viva de educación, memoria y sustentabilidad.

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