¿Guerra mundial por el agua?

hace 8 horas 5

“En 15 años se podría empezar a concretar la profecía apocalíptica de la película Mad Max, un conflicto de carácter global, una guerra mundial por el agua”.

Por John Chica. Colaboración con Oriente Capital (@oriente.capital).

  • Imagínate esta situación: necesitas agua para vivir, literalmente no puedes pasar más de tres días sin ella, pero abres el grifo y sale prácticamente gratis. Mientras tanto, los diamantes no te sirven para nada vital, no los puedes comer ni beber, pero cuestan una fortuna.

    Adam Smith se hizo esta misma pregunta en 1776 y le puso nombre: la paradoja del agua y los diamantes. ¿Por qué algo tan esencial vale tan poco y algo tan innecesario vale tanto?

    Esta vieja interrogante alcanza otra dimensión en el año 2025. El agua, tradicionalmente considerada un recurso abundante y barato, está experimentando una transformación hacia la escasez que la lleva directamente a los mercados financieros globales, redefiniendo su valor económico de manera radical. Desde 2020, Wall Street comercializa contratos a futuro sobre el agua como cualquier otra materia prima. El Chicago Mercantile Exchange lanzó contratos vinculados a precios del agua en California, mientras gigantes como JP Morgan y Goldman Sachs están invirtiendo miles de millones en infraestructura hídrica. Este “empaquetamiento financiero” no es especulación ciega: responde a proyecciones alarmantes sobre escasez futura.

    Leer más: El país de Caín y Abel

    La industria del agua embotellada añade otra grieta al panorama. Marcas en todo el mundo están enfrentando demandas por etiquetar fraudulentamente agua subterránea común como “agua de manantial”, mientras empresas europeas han sido descubiertas tratando ilegalmente agua mineral contaminada, revelando la brecha entre el marketing de montañas alpinas y la realidad.

    Este fenómeno responde a una realidad preocupante: para 2030, el mundo enfrentará un déficit del 40 % entre la demanda y disponibilidad de agua. Colombia ilustra perfectamente esta paradoja global. A pesar de ser el sexto país en cantidad de metros cúbicos de agua dulce, Bogotá implementó racionamiento en 2024 con sus embalses al 19 % de capacidad, mientras que miles de colombianos aún carecen de acceso a agua potable y millones no tienen instalaciones sanitarias básicas.

    Las proyecciones son preocupantes. La ONU y la OTAN advierten sobre posibles tensiones hídricas que podrían escalar hacia conflictos bélicos antes de 2040, especialmente cuando 33 países enfrentarán estrés hídrico extremo. Organismos internacionales evalúan que los suministros de agua dulce no mantendrán el ritmo de la demanda global para 2040, aumentando la inestabilidad política y poniendo en peligro la seguridad alimentaria mundial. En otras palabras, en 15 años se podría empezar a concretar la profecía apocalíptica de la película Mad Max, un conflicto de carácter global, una guerra mundial por el agua.

    Sin embargo, existe una alternativa esperanzadora. En regiones como el Oriente antioqueño, donde los recursos hídricos permanecen relativamente abundantes, las redes comunitarias de monitoreo pueden detectar tempranamente problemas de calidad, optimizar el uso agrícola y preservar las fuentes mediante participación ciudadana organizada. Estas iniciativas locales representan una defensa proactiva contra la mercantilización descontrolada del recurso, y las instituciones públicas y privadas, especialmente las relacionadas con la sostenibilidad, deben estar prestas a aportar recursos técnicos y financieros para apalancarlas.

    En el municipio de La Ceja, por ejemplo, un grupo de personas, empresas y entidades sin ánimo de lucro están actualmente desarrollando una metodología denominada Red MOCA para medir algunas variables de calidad de agua con elementos sencillos y de bajo costo, brindando acceso abierto a los datos por parte de la ciudadanía. Inspirados en referentes como el proyecto Piragua de Corantioquia, o La Volcana en Eafit, reflejan el potencial de transformación que tienen las comunidades alrededor de este valioso recurso, constituyéndose en una herramienta de evaluación de calidad del agua con base tecnológica y social.

    La paradoja finalmente se está resolviendo: el agua adquiere valor por su creciente escasez, tal como los diamantes. La diferencia crucial es que, sin agua, simplemente no hay futuro posible. La pregunta ya no es si el agua será cara, sino quién controlará su acceso.

    • ¿Guerra mundial por el agua?

      ¿Guerra mundial por el agua?

      “En 15 años se podría empezar a concretar la profecía apocalíptica de la película Mad Max, un conflicto de carácter global, una guerra mundial por el agua”.

    • El país de Caín y Abel

      El país de Caín y Abel

      “En el presente Colombia es una nación miope, se le dificulta observar, se le nubla la vista para entender el dolor del otro”.

    • Un paso atrás para modernizarnos

      Un paso atrás para modernizarnos

      “Quizá inconscientes, alienados por un falso estatus que sostener o una identidad postiza que autoafirmar, no captamos que hoy en día el verdadero capital es el tiempo y el conocimiento”.

    Leer el artículo completo