Es relativamente fácil encontrar alguna institución u organización no gubernamental que ayude con alimentos, con una manta o un par de zapatos a quien lo necesita. Pero es casi imposible encontrar quien ayude con los medicamentos para tratar un brote de sarna, un colesterol disparado, una infección bucal o una diabetes. Son medicamentos caros que no puede afrontar quien apenas tiene para sobrevivir. Gran parte de este trabajo lo hace en el sur de Madrid la organización Farmacéuticos Solidarios, que atiende cada semana a 1.900 familias.