Los únicos aviones que de ahora en adelante podrán abordar los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos serán aquellos que los lleven de regreso a sus respectivos países. Así lo anunció la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés), dejando claro que aquellas personas que entraron al país bajo el estatus de libertad condicional o permanezcan a la espera de su proceso migratorio están imposibilitados de viajar en vuelos nacionales, a menos de que el propósito de su traslado sea “para la deportación”. Es la última medida del gobierno de Donald Trump que ata de pies y manos a los casi 13 millones de personas que permanecen en Estados Unidos sin documentos legales.