Esta es la banana split más famosa de Medellín; la venden desde hace 57 años

hace 1 mes 11

En el tradicional plan de “vitriniar” por el Pasaje Junín, del Centro de Medellín, había tres planes imperdibles: comer empanadas argentinas en Versalles, “moritos” o “sapitos” en el Astor y disfrutar de una banana split en Fuente Azul.

Hoy en Junín permanecen Versalles y el Astor, mientras que Fuente Azul se fue para Palacé, al lado del Pasaje Astoria. En los tres establecimientos, las empanadas, los moros y la banana siguen siendo los grandes referentes de sus cartas.

Fuente Azul abrió sus puertas en 1967 con la idea de ofrecer helados y diferenciarse de sus dos grandes competidores, de ahí que antes de ser restaurante, como lo es hoy, era heladería, cuenta Liliana Martínez, cuya familia administra el lugar desde 2016.

La banana

Del primer dueño del lugar poco se conoce, solo que era un gran viajero que quiso apostarle a la comida “americana” en Medellín.

A la par de helados (básicamente bananas y sundaes), vendían róbalo a la milanesa y sánduche de pechuga de pollo con mayonesa.

En los registros de Cámara de Comercio figura como primer propietario John de Jesús Trujillo Cárdenas, un dato del año 1993, lo que supone que antes de él hubo otros dueños.

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Liliana cuenta que la receta de la banana split, por la que llegan a preguntar los clientes de antaño y los nuevos comensales, la heredaron de la cocinera del lugar, de nombre Clotilde. “La clave, la gran diferencia, es que la crema chantillí (que es muy densa y lleva mucha azúcar) no la servimos con sifón, sino de manera manual, luego de batirla por mucho rato”.

La receta incluye dos bananos maduros, que van partidos a la mitad, bolas de helados de mandarina, vainilla y fresa, viruta de chocolate, galletas y salsa de arequipe. “La nuestra no lleva barquillos ni helado de chocolate”, cuenta la actual administradora.

Esta banana, que es servida en un recipiente con forma de barca, tiene un valor de 22.900 pesos y fácilmente pueden comer tres personas.

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Liliana cuenta que hasta Fuente Azul, pese a que desde 1993 ya no está en Junín, siguen llegando los clientes de siempre a tomar el algo o a comerse la banana.

El local conserva gran parte del mobiliario original, en especial esas bancas de espaldar alto, como las que se ven en las películas gringas.

Otro famoso

A la par de la fama de la banana split con el paso de los años Fuente Azul también se volvió popular por los buñuelos de una libra, una enorme bola frita de queso, que fácilmente puede partirse en cuatro pedazos.

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“En la mañana vendemos muchos pasteles de pollo y café, al mediodía almuerzos y en las tardes se mueven los helados”, afirma Liliana.

Detalla que el nombre de Fuente Azul, en algún momento se llamó Puente Azul, se debe a que en el local de Junín había una gran fuente de agua, de ahí su nombre.

Así que si decide ir a “juniniar” desvíese un poco, solo una cuadra, de su camino y baje hasta Palacé y disfrute de la banana split más tradicional y famosa de Medellín.

La historia de la banana

Hay dos versiones, la primera detalla que David Evans Strickler la inventó en 1904 trabajando en una fuente de soda, donde experimentó con diferentes helados y creó esta combinación de banano partido, tres bolas de helado, diferentes salsas y otros toppings.

La otra versión sugiere que nació en 1907 en un concurso de repostería en Wilmington, Ohio. La idea era crear un postre atractivo para los estudiantes de la universidad local.

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