En fuerte enfrentamiento con periodistas mujeres, Benedetti negó que existan $15.000 millones no reportados en campaña Petro

hace 1 mes 14

Pasado más de un año de los escandalosos audios en los que habla del supuesto ingreso de $15.000 millones a la campaña de Gustavo Petro –en medio de una acalorada discusión con la entonces jefe de Gabinete, Laura Sarabia–, este lunes rompió su silencio el embajador de Colombia ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Armando Benedetti.

El diplomático, quien también es investigado por un supuesto caso de maltrato familiar, habló con la emisora W Radio e incluso, tuvo un fuerte choque con varias periodistas al ser interrogado sobre un posible caso de agresión contra su esposa, Adelina Guerrero, en su residencia privada en Madrid, España, sobre finales de junio.

El origen de los $15.000 millones

En primer lugar, al ser cuestionado sobre si sabe algo que comprometa al jefe de Estado y que explique el por qué de su permanencia en el Gobierno, pese a la seguidilla de controversias que rodean su vida pública, Benedetti aseguró que no tiene “nada qué decir” del presidente. En esa línea, dijo que se han “inventado” muchas acusaciones “por mi forma de ser, por lo peleonero que he sido y por lo provocador que he sido en mi vida política”.

Frente a los audios revelados a mediados del año pasado, en los que sugiere una posible financiación irregular de la campaña –“nos caemos todos, hijueputa”, dijo entonces–, Benedetti manifestó que hacen parte de una conversación privada, que “no tienen línea de tiempo” y que los dijo en medio de una rabieta. Además, sostuvo que nunca dio su autorización para su divulgación por parte de la Revista Semana.

“Los audios no son un pronunciamiento mío, no es una entrevista mía, no es una locución, ni un discurso. Es una conversación privada (...) se oyen demasiado feo porque soy demasiado vulgar al hablar. Podría pedir disculpas por lo feo que se escuchan esos audios por la cantidad de vulgaridades que yo digo. Es una rabieta en ese momento, lo de los audios”, dijo.

En esa línea, insistió en “no tienen línea en el tiempo. Son en dos semanas. Unos van para atrás, otros van para delante”. Por ello, declaró que “no puede ser” que lo que él diga en medio de “una rabieta y con malas palabras” se convierta en “palabra de Dios”.

“El presidente no tiene nada qué ocultar. Yo no tengo nada qué decir de él. Los $15.0000 millones es una exageración y una rabieta mía, como lo he dicho y lo he sostenido siempre (...) nadie puede pensar que en un momento de rabia, ira e intenso dolor o de celos yo estoy inventando cosas”, agregó, al tiempo que ratificó que no tuvo que ver nada con la parte financiera de la campaña.

“Para eso estaba el señor Ricardo Roa (hoy presidente de Ecopetrol). Confío en el proceso que él hizo como gerente, pero yo no tengo absolutamente nada que ver (...) nunca me he sentado a tomar Coca Cola o tinto con alguien que sea narcotraficante. Son Extractos de una conversación y para una conversación se necesitan dos”, agregó.

“Hubiera querido estar en un ministerio”

Frente a su llegada a la campaña y lo que pasó una vez Gustavo Petro fue elegido presidente, Benedetti admitió que esperaba “más” y que hubiese querido estar al frente de un ministerio. “Yo estuve en la campaña de Petro porque quería algo. No se lo niego, se lo confieso: hubiera querido estar en ministerio, pero no se dieron las circunstancias para que fuera y estoy en Roma y estoy contento”.

Eso sí, reconoció que el Ejecutivo sí le ofreció un ‘súperministerio’, pero que finalmente se cayó ese nombramiento. Negó que hubiese sido por la revelación de los audios: “A mí me lo ofrecieron en determinado momento. Se cae por otra cosa. Sí me alcanzaron a ofrecer (...) se cae porque yo soy un pendejo y estaba rabioso. Básicamente se cae por eso, por una reacción mía”.

En ese sentido, ante su nombramiento como embajador ante la FAO, Benedetti dijo que es un tema “bastante loco y lleno de ignorancia”, negando que se haya vuelto a habilitar esa embajada “para que se quede callado”. Por ello, manifestó que “la misión que está ahora en la FAO está dentro de la Embajada de Colombia en Italia. O sea, no se ha gastado un peso ahí. Se ha nombrado solo una persona diplomática”.

Admitiendo que el Gobierno sí adquirió un vehículo por $700 millones para su desplazamiento, el embajador dijo que se compró según “unas tablas en las que debe haber un carro para la Embajada. Ese es el carro que menos cuesta de todos los carros en Europa y es la casa que menos cuesta de las casas en Europa”.

Frente a sus constantes salidas cuando fue embajador en Venezuela, dijo que siempre contaron con el visto bueno de Petro, a quien se las informaba, y que no tuvo en cuenta al entonces canciller Álvaro Leyva porque Petro, “con quien tenía comunicación directa”, era el jefe de los dos. “Sí, teníamos mala relación porque él veía la cercanía mía con el presidente”.

Por otro lado, negó que haya aceptado la Embajada en la FAO para huir de las investigaciones de la Corte Suprema de Justicia y, en particular, de la magistrada Cristina Lombana: “Yo llevo 20 años respondiendo a la Corte (...) Yo no confío en ella, ni ella me ha dado garantías a mí”.

Incluso, habló de sus peleas políticas: “Yo lo que tengo es una pelea con Néstor Humberto Martínez y Germán Vargas Lleras que empieza en 2016 en un programa que hacíamos juntos sobre las maquetas que estaba inaugurando el señor vicepresidente de esa época”.

Desplazamientos de Marelbys Meza

En su momento, Benedetti fue responsabilizado de haber filtrado a la prensa el escándalo de la prueba de polígrafo y la pérdida de dineros en casa de Laura Sarabia, caso por el que fue interrogada su exniñera, Marelbys Meza, quien también habría trabajado en el pasado para Benedetti, quien explicó cómo Meza terminó trabajando para Sarabia.

“Marelbys es una mujer trabajadora y trabajó en mi casa cinco años antes de. Ella salió por un malentendido que tuvo con Adelina (su esposa) y ella sale de ahí y se va. Después Laura Sarabia me dice a mí que si puede pedirle a Marelbys que si puede irse a trabajar con ella. Ni yo, ni Adelina, recomendamos a Marelbys en nada (...) dijimos que sí porque Laura era como una hija para nosotros y ese muchachito como un nieto”.

Lo cierto es que Meza terminó señalada como principal sospechosa en un robo de dinero que se registró en la casa de esa familia y, al parecer, fue sometida a otra prueba de polígrafo en la que parecía estar diciendo mentiras sobre su inocencia.

En pleno escándalo, se reveló además que Marelbys Meza fue sacada de Colombia hacia Venezuela en un vuelo charter pagado por Armando Benedetti. Ese mismo día, según informes de prensa, regresó a Colombia y habló con la revista Semana. Ante ello, Benedetti dijo que lo hizo para que la empleada doméstica trabajara con él en Caracas.

“Ella ya había salido por lo del robo. Ella se va conmigo en mayo de 2023. Lo del robo es en enero o febrero”, agregó, negando que tuviera algo que ver con la prueba del polígrafo o con el suicidio del exjefe de seguridad anticipativa de la Presidencia, Óscar Dávila, en hechos ocurridos el 9 de junio de 2023. “No tengo nada qué ver con el suicidio, con el polígrafo, con absolutamente nada. Ni con espionaje”.

Euclides Torres

Cuestionado sobre su relación con el megacontratista Euclides Torres, quien habría financiado el célebre evento de la P en Barranquilla previo a la contienda, Benedetti lo calificó como “una persona amiga, conocida” y dijo que no se hizo empresario con este Gobierno.

“Yo lo conozco a él en el 2010 porque el hijo de él está aspirando por el Partido de La U a ser representante a la Cámara. Yo tengo mi fórmula en ese momento, pero igual le ayudó con unas alianzas y eso termina ayudándole a él, lo cual termina generando una amistad diferente con el padre. Para 2014 sí nos vamos como alianza, él en Cámara por Bogotá y yo como senador, y en esa alianza comenzamos a tener una amistad diferente”, indicó.

Benedetti insistió en que no tuvo que ver “en nada” con la plata que se movió en la campaña y que estaba encargado de los asuntos proselitistas. “Si alguien empezaba a hablar de algún recurso yo me paraba y me iba. Esa también me la sé (...) Si Euclides dio o quiso dar ese es un tema que tenía que hablar con Roa. Ellos tenían un acercamiento y se conocían desde antes. No me necesita a mí para eso”.

Eso sí, el embajador reconoció que presentó a Petro con Torres: “De Euclides tengo el mejor concepto. Él me ha ayudado en política, siempre ha estado pendiente de que me vaya bien. Nunca me ha pedido nada a cambio. Él sabe cómo es mi forma de ser. Yo los presenté, pero nunca volví a tener contacto”.

Caso de violencia intrafamiliar
A finales de julio pasado, la Fiscalía General abrió un proceso contra Benedetti, en medio del escándalo por un posible caso de agresión contra su esposa, Adelina Guerrero, en su residencia privada en Madrid, España, sobre finales de junio.

Sobre el asunto de violencia intrafamiliar, la esposa de Benedetti, antes de que el escándalo se hiciera público, escribió varios mensajes en sus redes sociales que han sido interpretados como críticas veladas hacia el diplomático. En uno de sus trinos, la arquitecta compartió una imagen que define el término “sociópata” de manera detallada.

Ante ese episodio, Benedetti negó que haya amenazado ni a su esposa ni a su suegra con un cuchillo: “A nadie en mi vida he amenazado con un arma blanca, una pistola o una piedra”. Según el embajador, de haber protagonizado cualquier agresión, se hubiera enfrentado a una detención inmediata de manera preventiva.

“Ese día hubo una discusión alta, fuerte, en la cual ella baja. Hay una pelea. Después yo cometo unos errores, daños de unos objetos, y eso es lo que conlleva a que se dé el tema del derecho penal (...) Ya hay una resolución que dice que ese día no hubo un delito, ni coacción. No hubo violencia psicológica o psíquica”, señaló.

Además, negó que el día de los hechos se hubiese identificado como diplomático: “La inmunidad mía es solamente para Roma. Porque yo soy embajador ante la FAO, ante la ONU”.

En esa línea, le pidió excusas a su esposa: “Cometí varios errores, los estoy pagando, pero no eso que dicen que la amenacé con un cuchillo”.

Choque con periodistas

El episodio alrededor de la presunta violencia intrafamiliar desató un choque entre Benedetti con algunas de las periodistas de la W Radio, quienes insistieron en que el embajador debería dar un paso al costado ante la gravedad de las acusaciones y defenderse sin integrar el Gobierno.

“Debería haber una denuncia contra los periodistas que dicen cosas sin ningún sustento, ¿cuál es el sustento?”, cuestionó. “Ya hay una instancia, una resolución, que dijo que soy inocente y que no hubo delito, ¿qué más quieres?”, agregó.

Incluso, Bendetti llegó a reclamar y poner en duda la labor de la prensa en Colombia: “Ustedes en el periodismo acabaron con el periodismo. Cuando yo era chiquito a uno le preguntaban si tenía pruebas (...) se confrontaban las dos cosas (...) entonces tú sabes más que el juez de aquí, esas son las vainas de mi país”.


Durante la entrevista, el embajador alegó que algunos periodistas lo han “crucificado” y que no había querido salir a medios para no amplificar sus escándalos; sin embargo, señaló que “todos los días me inventan un cuento”. Con todo, no fue enfático al admitir o negar que haya un proceso abierto en España por la presunta violencia intrafamiliar. “No tengo conocimiento de eso (...) lo que me dicen es que hubo una declaración (de Adelina), no una denuncia”.

En este contexto, Benedetti indicó que, por recomendación de su abogado, no se referirá en detalle a lo ocurrido: “Eso ni se puede decir, ni se puede reconocer, ni se puede negar, ni se puede hacer absolutamente nada. El abogado me dijo ojo con eso”.

Escándalo DailyCop
El embajador ante la FAO también habló sobre el escándalo de la empresa captadora de dinero para la inversión de criptomonedas Daily Cop, por medio de la cual se habría captado entre 100.000 y 180.000 millones de pesos, lo que al final resultó una estafa. El escándalo también advierte que la empresa habría hecho transacciones no reportadas a la campaña presidencial en 2022.

Se investiga si se usaron logos de la empresa durante la campaña y si en aviones de esa compañía fue trasladada Marelbys Meza a Venezuela. “No tengo nada qué ver con eso”, respondió, y acto seguido nuevamente se enfrentó con la periodista que lo cuestionó, quien previamente lo había instado a contestar la pregunta sin dilaciones: “Si a mí alguien me va a hacer una pregunta como quiera, yo también respondo lo que quiera y como quiera. No me pueden sugestionar a que vengan y me digan ‘usted me responde de tal forma’”.

“¿Por qué tengo que limitarme (a responder la pregunta)?”, sostuvo el embajador, mientras que la comunicadora le recordó que él no podía orientar o limitar las preguntas de la prensa. “Ah, tú eres periodista y puedes preguntar lo que sea, ¿y yo no? Yo también soy periodista. Tengo cartón de periodista”.

Ante el caso de DailyCop, insistió en que no consiguió ningún avión y que él estaba encargado de la agenda y con reuniones políticas. Preguntado sobre si Meza fue trasladada en un avión con logos de la empresa, dijo: “No sabría decirle porque no sé qué es DailyCop, así no me crea (...) Yo fui una persona importante en la campaña, en mi vanidad puedo decir que decisiva. Pero hasta ahí. No tengo por qué saber quién entró, cómo salían, cómo se vestían. No tuve que ver nada con la parte financiera ni administrativa de la campaña”.

“Nos caemos todos, hijueputa”
Por otro lado, Benedetti se refirió a uno de los apartes más escandalosos de los audios conocidos el año pasado, cuando, en tono de amenaza, decía “nos caemos todos, hijueputa”.

Frente a ello, el embajador dijo que en ese momento se sentía “un poco exiliado en Venezuela”, con todo y que, dijo, gracias a sus gestiones se abrió la frontera y se restablecieron los lazos comerciales entre el vecino país y Colombia.

“Cuando dije ‘nos vamos presos todos’ es porque (ahí está la tercera persona, que no voy a decir el nombre y no es el presidente, ni nadie de su círculo familiar), es un tema que no tiene que ver nada con campaña, ni con nada”, indicó, asegurando que “hace muchísima falta tela por cortar” y que lo que se conoce son solo extractos de unos audios. “No estoy diciendo en ningún momento que voy a coger preso al presidente. No estamos hablando de su familia o alguien del Gobierno”.

Burocracia en campaña: el capítulo de Ángela Benedetti

A mediados de agosto pasado, la exconcejal y exembajadora en Panamá Ángela Benedetti reveló un supuesto ofrecimiento que le hicieron cuando hizo parte de la campaña presidencial de Gustavo Petro. Según escribió en un trino, en el círculo cercano de la campaña del hoy gobernante Pacto Histórico rondaba una pregunta constante pensando a futuro. “Cuando yo trabajaba en la campaña de Gustavo Petro (por un año y medio), nos preguntaban: ¿tú qué quieres (cuando ganemos)? ¿Puestos o negocios?”.

Sobre esas aseveraciones, el embajador insistió que es una pregunta que debe responder su hermana: “Tenemos unos tratos explícitos y tácitos. Yo nunca en la vida le he dado un consejo en política o me he entrometido en un acto de ella. Ni ella a mí, ni yo le he ofrecido que si hago algo por ella o ella a mí”.

Finalmente, Benedetti reconoció que por cuenta de la seguidilla de escándalos se le “desbarató” su vida: “Si yo supiera que iba a pasar todo esto no me metería a hacer otra vez política. No sabría qué decirle. Creería que no”. Incluso, sostuvo que, una vez concluya su paso por la diplomacia, regresará a Colombia: “Llevo 20 años poniéndole la cara a la Corte (...) voy a regresar mucho antes de lo que la gente cree. Claro que voy a renunciar, mucho antes de lo que la gente cree. Claro que me quiero ir, cerca al mar”.

Sobre si la opinión pública cree en sus declaraciones respondió: “No mi importa que me crean, no tengo ninguna pretensión de que me crean o me vaya bien, me importa un carajo si me creen o no me creen”.

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