La deforestación en Colombia alcanzó cifras preocupantes durante 2024, con un total de 113.608 hectáreas arrasadas, frente a las cerca de 80.000 reportadas en 2023. Sin embargo, en contraste con esta tendencia nacional, la jurisdicción de Cornare consolidó una reducción sostenida en la pérdida de bosque, posicionándose como una de las regiones con menores tasas del país.
De acuerdo con el Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono (SMByC), Antioquia concentró el 6,3 % de la deforestación nacional, equivalente a unas 7.120 hectáreas. En este escenario, Cornare reportó 343 hectáreas deforestadas, lo que representa el 4,8 % a nivel departamental y menos del 0,5 % del total nacional.
El análisis histórico evidencia que el periodo más crítico para la región se presentó entre 2005 y 2010, cuando el retorno de comunidades a territorios abandonados por el conflicto armado impulsó la reapertura de potreros y cultivos, sumado a la ampliación de la frontera agrícola. No obstante, en la última década se han fortalecido estrategias de conservación como la declaratoria de áreas protegidas, la creación de corredores biológicos, programas de restauración y acuerdos de conservación con las comunidades, medidas que han permitido revertir la tendencia.
Según Cornare, los municipios más afectados por la deforestación en su jurisdicción son Argelia, San Francisco, Sonsón (zona baja), San Luis y San Carlos, donde se concentra la mayor pérdida de bosque.
El director general de la Corporación, Javier Valencia González, destacó que la reducción se debe a un trabajo articulado con las comunidades y aliados estratégicos. “Programas como BanCO2, que hoy cuenta con más de 2.800 familias protegiendo 30.600 hectáreas; el proyecto CERCA presente en 235 veredas de 26 municipios; la gestión de 21 áreas protegidas que abarcan el 24,5 % de nuestra jurisdicción y la restauración productiva, son la muestra de que la conservación es posible cuando se construye colectivamente”, afirmó.

Adicionalmente, Cornare ha fortalecido las acciones de control en alianza con la Policía Nacional Ambiental y la Fuerza Aeroespacial Colombiana, mediante operativos, atención de quejas y seguimiento a alertas tempranas con imágenes satelitales y térmicas.
Con estos resultados, Cornare ratifica que la gestión ambiental integral y participativa puede contener la pérdida de bosque, al tiempo que contribuye a los esfuerzos nacionales para proteger los ecosistemas y enfrentar la deforestación.