Ellos eran Diana, María Camila y Juan Carlos, la familia que ingirió veneno en Santa Cruz para irse de este mundo

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Dicen que los dos jóvenes eran muy juiciosos y estaban estudiando en la Universidad Nacional y en la UdeA

El hallazgo de una familia sin vida en el barrio La Isla, en Santa Cruz, Comuna 2 de Medellín, tiene consternada a la comunidad en general, más aún, porque las muertes responderían a un suicidio colectivo.

Los cuerpos de Diana Lorena Vélez de 42 años, y sus hijos, María Camila de 21 años, y Juan Carlos de 17 años, fueron hallados al interior de su propia casa junto a algunas cartas donde dejaban clara su voluntad de irse de este mundo, a donde también llevaron a su mascota, un gato de manchas blancas y negras.

En el lugar, encontraron un frasco con el veneno que esta familia habría ingerido voluntariamente y un par de cartas; una donde la señora Diana expresaba que deseaba donar su cuerpo a la ciencia y otra donde se dirigía a su nuera, quién según lo escrito, hizo muy feliz a su hijo Juan Carlos los últimos días.

“Yo, Diana Lorena Vélez, manifiesto y autorizo en vida la voluntad de donar mi cuerpo fallecido a la ciencia médica, de no ser posible la donación, manifiesto mi voluntad en vida y autorizo ser cremada y las cenizas ser desechadas”.

La segunda carta fue dada a conocer por el medio CM&, en esta, al parecer, la señora Diana si dirigió a quien era la pareja sentimental de su hijo menor: “Juana, perdóneme por hacerla sufrir. Le doy las gracias por los buenos momentos que mi hijo pasó a su lado, por el cariño brindado. Siento mucho hacerla pasar por esta situación, pero no podía dejarlos abandonados y sufriendo día a día con el suicidio de su madre. Quedan preguntas sin respuesta, pero piense que Juan hasta su último día fue feliz”

Además de estas cartas también se conoció que Juan Carlos se comunicó con su papá (quien en ese momento estaba en el exterior) por mensajes de texto para dejar en claro la decisión que los tres habían decidido tomar.

“Por favor, venga muy temprano, apenas se despierte. La llave queda en el borde de la ventana. La otra llave queda en la mata para que le diga a mi papá, busca el contacto de él y le avisa, él se tiene que hacer cargo de nosotros tres”.

Los jóvenes eran estudiosos y juiciosos

Vecinos y personas allegadas, mencionaron que tanto María Camila como Juan Carlos eran jóvenes ejemplares y que los dos estaban yendo la universidad tras ser becados por su excelencia.

María Camila estaba estudiando historia en la Universidad Nacional y Juan Carlos acababa de ingresar a la Universidad de Antioquia para estudiar ingeniería de sistemas.

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