El precio del matrimonio: Carta de dote a favor de Javiera Londoño Zapata

hace 3 semanas 15

Hechos de historia, Jeison López

“Aunque en la provincia de Antioquia se efectuaron dotes de diversa índole, de acuerdo con la capacidad adquisitiva, riqueza y posicionamiento social de las familias de las mujeres que se desposaban, la dote que se relaciona con Javiera Londoño es una de las más ostentosas”.

Por Jeison López.

Las cartas de dote se suelen interpretar como el precio que debía pagar el padre de una hija para que esta contrajera matrimonio, sin embargo, iba más allá de una “contraprestación económica” relacionada con la unión marital. De cierta manera, estas exponían las formas de herencia y los sentimientos familiares que se reflejaban en donaciones materiales expresadas en cantidades de oro, porciones de tierra, casas, esclavos, ganado vacuno, ajuares, objetos de casa y joyas. Por otra parte, las leyes castellanas en el periodo colonial indicaban que las mujeres que no estaban casadas permanecían sujetas a la tutela de su padre, pero una vez lo hicieran, pasaban a la tutela de su marido.

En otro sentido, la carta de dote era un documento notarial que le permitía reconocer al novio los bienes que recibía de la familia de la novia, que en gran medida contribuía a “ayudar a llevar las cargas matrimoniales”. No obstante, también fue un mecanismo con el que el padre o madre de la esposa la protegían económicamente. Puesto que el esposo tenía la obligación civil y moral de respetar los bienes que ingresaban al matrimonio. No los podía vender, enajenar o involucrarlos en transacciones comerciales, de lo contrario, debía responder conforme al avalúo que se le habían practicado. De hecho, al momento de fallecer el esposo, su pareja podía separar o reclamar el oro en el que habían sido tasados todos los elementos que ingresaron a través de la vía dotal. Era tan serio el asunto, que se encuentran pleitos judiciales en algunos archivos históricos del país donde los esposos debían comparecer ante un juez por haber despilfarrado la dote de su esposa.

Leer más: La coca no es cocaína, pero también lo es

Es preciso mencionar que la carta de dote no se entregaba inmediatamente al momento de contraer matrimonio, en algunas ocasiones se efectuaba años después, como fue el caso de la dote a favor de Francisca Javiera Londoño (quien liberó alrededor de 123 esclavos en el año 1767). Ella se casó el 11 de septiembre de 1715 en la villa de Nuestra Señora de la Candelaria de Medellín con su primo segundo Ignacio de Castañeda y Atehortúa, pero la dote se le entregó a su esposo el 7 de septiembre de 1719 en la misma villa. La madre de Javiera, Bárbara Gertrudis Zapata Gómez de Múnera, fue la encargada de otorgarla, debido al fallecimiento del padre de Javiera en 1711 en la mina de San Juan, en el sitio de San Jacinto de los Osos (Santa Rosa de Osos).

Dicho lo anterior, Ignacio de Castañeda recibió de dote 2751 pesos de oro de a veinte quilates, representados en tierras en La Ceja, un pedazo de rocería en El Tambo y 100 reses de ganado vacuno. Además de los esclavos Antonio, Ignacia, Victoria, Pascuala, Antonio, Nicolasa, Margarita, Pedro, María, Valeriana, Julián y Catalina. También una casa de embarrado en la villa de Medellín, pulseras hilos y gargantillas de perlas, zarcillos de oro, telas suntuosas, un vaso traído de la China, un pabellón y una colcha. Lo más curioso de esta dote fue una anotación que hizo el esposo de Javiera: manifestó que, en consecuencia de su honra, dignidad y virginidad, la dotaba en 150 pesos de oro de veinte quilates, cifra con la cual se podía comprar una casa o un esclavo pequeño en esa época.

Aunque en la provincia de Antioquia se efectuaron dotes de diversa índole, de acuerdo con la capacidad adquisitiva, riqueza y posicionamiento social de las familias de las mujeres que se desposaban, la dote que se relaciona con Javiera Londoño es una de las más ostentosas que se haya hecho en la provincia. Cuyo documento original se encuentra en el Archivo Histórico de Antioquia (AHA) en el fondo de Escribanos de Medellín, en la caja 3, carpeta 33, folios 52r-v.

Leer el artículo completo