Él es Juan Ernesto Ortiz, ganador absoluto del desfile de Silleteros y fundador de un nuevo linaje en Santa Elena

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Juan Ernesto Ortiz, de 56 años, fue el ganador absoluto del Desfile de Silleteros. FOTOS ESNEYDER GUTIÉRREZ

Al contrario de la mayoría de los participantes en el tradicional Desfile de Silleteros, ese espectáculo colorido que engalana las calles de Medellín cada año a principios de agosto, el ganador absoluto de este año en el certamen no viene de una estirpe reconocido dentro del oficio.

Juan Ernesto Ortiz, de 56 años, desfiló en representación de la vereda El Placer porque posee una finca en ese sector del corregimiento Santa Elena, pero la tiene alquilada, mientras que él vive en una granja en jurisdicción del municipio de Rionegro, donde se dedica a la crianza de marranos como actividad alterna a la siembra de flores.

Él mismo reconoce que fue el único de su apellido en el evento con el que este domingo 11 de agosto se clausuró la Fiesta de las Flores, el principal certamen de los antioqueños que atrae a turistas de todas las partes del mundo.

Ello porque, pese a que lleva poco más de dos décadas en el arte de unir pétalos para deleitar al público con sus bellas formas, no viene de familia de silleteros.

“Prácticamente fue como un regalo de bodas que nos dieron a mi esposa y a mí, por parte de una tía de la suegra, llamada Erminia Grisales, que ya murió. Yo no sé mucho de la vida de ella, pero como que era solita y ya tenía añitos; entonces nos llamó cuando estábamos muy recién casados y nos dijo: Yo les voy a regalar el contrato de la silleta”, cuenta Ortiz, el baluarte del nuevo apellido que hace historia en la tradición silletera.

Su esposa Luz Dary Zapata estuvo de acuerdo en que en el contrato figurara él, como jefe que era de la familia, porque al fin y al cabo todo quedaba en casa. Su estreno fue en la categoría tradicional logrando segundos, terceros, cuartos y hasta quintos lugares en varias ocasiones, pero la buena fortuna le llegó después de que se cambió a Monumental, donde ha sido ganador en dos ocasiones (2019 y 2024), logrando además imponerse como vencedor absoluto, sobre el resto de categorías.

“Este tipo de silletas se puede elaborar mejor y es como más fina, la puede trabajar uno más y queda más elegante. No es necesario usar mucha flor fina, puede ser con flores sencillas, pero que quede bonita”, explica.

La obra que le dio el máximo triunfo a Ortiz este año fue una silleta en la que empleó tantas flores que ni él mismo sabe cómo se llaman cada una. Dice que para realizarla empleó entre 160 y 170 especies diferentes dispuestas en una mole compacta de pétalos que alcanzaba un peso de entre 80 y 90 kilos.

La confección le exigió un trabajo arduo que comenzó tres semanas atrás cuando armó la estructura, pero tuvo su punto crucial entre el sábado a las ocho de la mañana y el propio domingo a las cuatro y treinta de la madrugada, cuando ya era hora de salir hacia Medellín a exponer el producto de su creación.

“Uno hace el arreglo que quede bien, y yo trato de contrastar los colores para que no queden juntos; para qué le voy a decir mentiras, muchos nombres de flores ni siquiera los conozco”, comenta.

Casi para arrancar el desfile, hacia las dos de la tarde pasadas, se largó un chaparrón tan monumental como su silleta y como él era el designado para encabezar el recorrido dijo que no arrancaba hasta que escampara porque “como las flores se entrapan, el peso aumenta por ahí unos 50 kilos y ¿quién la mueve?

Ortiz se toma tan en serio el privilegio que le dio la tía política Ermnina que mientras algunos de sus colegas aprovechan para echarse unos aguardientes, porque este día en que ellos son los protagonistas de la película rueda el licor gratis, él no se toma ni una copa.

Lo cierto es que convenció al jurado y hoy día es todo un personaje; este lunes tuvo una agenda llena de entrevistas y llamadas telefónicas y ya le adelantaron también de la Alcaldía que la agenda para este año será intensa.

El destacarse entre los silleteros, aun sin un historial familiar, le ha permitido viajar por varios lugares del mundo como Italia, Madrid, Nueva York y Miami.

La señora Zapata hoy día también tiene un sitial en el Desfile de Silleteros porque posteriormente un hermano suyo comenzó a sentirse enfermo y se lo cedió.

Por lo pronto, la intención de ambos es seguir hasta las fuerzas les den y al cabo del camino, si es posible, entregarles el testimonio a algunos de sus cuatro hijos y dos hijas, para que ellos o ellas continúen con el nuevo linaje silletero de los Ortiz Zapata. ¿Quién dijo que los marranos y las flores no la van?

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