El diablo rural

hace 1 mes 24

Martín Lutero dijo que el diablo habita en nuestra propia casa, y que está (también) en el pan que comemos y en el agua que bebemos. Así le citó Eduardo Galdeano en Diabladas. La idea de que el Mal esté enraizado en lo cotidiano es mucho más pausible (y temible) que plantear una excepción en la cual lo maligno se encarna solamente tras pasar una serie de rituales coincidentes con raros fenómenos astrológicos. El temor que infunde levantarse, de repente, con un dedo completamente negro, o encontrar un nido de arañas en una esquina en la que antes no había nada es mucho mayor que el que pueda inspirar cualquier hecho extraordinario.

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