David Lynch murió el pasado 16 de enero a los 78 años, un par de meses antes de que se celebrara el 35º aniversario de su serie más famosa y revolucionaria, Twin Peaks, y cuatro días antes de la toma de posesión de Donald Trump, algo que, como ha confesado ahora la hija mayor del director en una entrevista con el periódico The Times: “No era algo que le entusiasmara. Era algo que le preocupaba y se estaba planteando dejar el país”.