
Coraza de billetes para el Banco Sabadell de cara a poder defenderse del asedio del BBVA. La junta extraordinaria de la entidad catalana ha aprobado, por una aplastante mayoría del 99,6% de los votos, la venta de la filial británica TSB al Banco Santander. Dinero fresco para pagar dividendos y tener contentos a los accionistas, los mismos que, a la postre, tendrán en su mano decidir si procede aceptar la oferta de absorción presentada por el BBVA. La segunda junta consecutiva, celebrada nada más avalarse la operación, ha validado el reparto de hasta 2.500 millones a los accionistas gracias a esa entrada de efectivo desde Reino Unido.