Desfile de Silleteros: así se lleva el peso de una tradición

hace 2 meses 23

“Cada año, cuando llega el día del desfile, siento una alegría inmensa. Es como si todas las emociones de mi vida se juntaran en ese momento. Me siento orgulloso de ser silletero, de poder mostrarle al mundo lo que somos y de llevar nuestras tradiciones sobre mis hombros”, confiesa Martín Atehortúa, silletero de Santa Elena con más de 25 años de experiencia que hace parte de una de las familias más tradicionales del corregimiento de Santa Elena, a solo 19 kilómetros de Medellín, la cuna de la tradición silletera, un arte que ha sido transmitido de generación en generación y que simboliza lo mejor de la identidad paisa.

Atehortúa recuerda con claridad los primeros años en que cargó una silleta sobre sus hombros. Para él, este oficio no es solo una herencia familiar, sino una pasión que, al igual que la materia prima para sus obras, ha florecido a lo largo de su vida. “Ser silletero es más que una tradición, es nuestro orgullo y nuestra vida”, comenta con una sonrisa, mientras evoca los tiempos en que su abuelo, con el rostro curtido por el sol antioqueño, le enseñó el arte de cultivar y seleccionar las flores perfectas.

El Desfile de Silleteros, que desde 1957 es el corazón de la Feria de las Flores en Medellín, representa la culminación de un calendario de trabajo arduo. Para Atehortúa, el desfile es un momento de unión con su comunidad, un homenaje a las raíces paisas y una manera de mostrar al mundo la belleza de las flores de su tierra.

Desde que era un niño, sintió la llamada de las silletas, un amor que se transmitió a través de los años como una herencia invaluable. “Yo me levantaba todos los días y veía a mi mamá cultivando sus plantas ornamentales, mientras mi papá trabajaba en la huerta”, recuerda con nostalgia y orgullo.

“Mi abuelo, mi papá y mi mamá participaban en la Feria de las Flores, y aunque yo no podía porque era muy pequeño, hacía pataleta hasta que mi papá me escondía en la rueda para poder pasar los controles. Así empecé a disfrutar el desfile, conociendo toda la belleza de las silletas”.

Este silletero, quien oficialmente se unió al desfile a los 15 años, ha sido parte de la Feria de las Flores durante más de dos décadas, cargando consigo no solo el peso físico de las flores, sino también el de la tradición y su legado familiar. “Es un gran orgullo. Cuando la gente viene a mi casa durante el desfile y valoran nuestra culturalidad, nuestras silletas, y nuestros esfuerzos, me siento el hombre más afortunado del mundo”.

Cada silleta que Martín elabora es una obra de arte, una manifestación tangible de los valores que él considera esenciales para la sociedad. Este domingo, en la categoría artística, su silleta será un llamado a la formación en valores para los niños de Colombia. “Voy a hacer una silleta de valores que resalte especialmente esa necesidad de que los niños sean formados en entornos protegidos, para que en el futuro hagan un aporte importante a la sociedad”.

La preparación de una silleta es un proceso que comienza meses antes del desfile. Martín detalla con precisión los pasos que sigue: “Todo empieza con la siembra de las flores, unos meses antes, para tenerlas listas justo a tiempo para el desfile. Luego, se prepara la estructura en madera y viene el proceso creativo, donde las familias se reúnen para conceptualizar el diseño”.

Su diseño será una silleta de casi 100 kilos, con unas medidas de 2.20 x 2.20 metros. En ella, ha incluido una variedad de flores que resisten el paso del tiempo, como las Siemprevivas, Kalanchoes, Estatice, Araucarias, Botón de Oro, y más. “La silleta artística es mi preferida porque permite la creación y me gusta que la creatividad vuele, me gusta hacer cosas así, salir de lo común”.

Como es tradición, se presentarán las categorías principales del desfile: silleta tradicional, monumental, emblemática, artística y comercial. Sin embargo, hay una novedad significativa: seis nuevos silleteros se unirán al grupo de adultos, sumando un total de 430 mayores que participarán en la categoría principal. A ellos se suman 50 niños y 50 niñas, quienes con su entusiasmo y creatividad continúan llevando adelante esta costumbre que ya cumple 67 años.

“Ha sido un proceso arduo para estos nuevos participantes. Tuvieron que pasar por un concurso para ganarse su lugar, y eso demuestra la dedicación y cariño que sienten por esta tradición”, explica Atehortúa, destacando la importancia de seguir involucrando a las nuevas generaciones en este arte.

Inclusión y color en el desfile

El Desfile de Silleteros de este domingo promete ser un evento lleno de color, tradición y emoción. Uno de los momentos más esperados será la participación de Juana Soto Grajales, una niña de 8 años con síndrome de Down, quien por primera vez desfilará como silletera. “Es una historia hermosa porque demuestra cómo avanzamos en el tema de la inclusión,“ comentan desde la Corporación de Silleteros de Santa Elena.

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Juana ha estado involucrada en el proyecto ‘Silleteando Ando’, una iniciativa que busca formar a los niños en el arte de las silletas. Aunque había participado en talleres y actividades previas, nunca había tenido la oportunidad de desfilar. “Este año se le dio, y hemos hecho todo para que tenga una experiencia inolvidable”, agrega Martín Atehortúa, quien destaca la importancia de esta inclusión.

La silleta de la pequeña llevará un mensaje poderoso: “Inclusión”, con flores que formarán la palabra y un retrato de la niña misma. Este gesto no solo simboliza su propia historia, sino que resalta el compromiso del desfile con la diversidad y la aceptación.

Programado para comenzar a las 2:00 p.m. este domingo, el recorrido de los silleteros partirá desde la Avenida Regional, a la altura del Puente de Guayaquil. Desde allí, los silleteros avanzarán por el Soterrado del Río hasta la Avenida del Ferrocarril, finalizando en Plaza Mayor Medellín, donde se espera una multitud ansiosa por admirar las obras florales.

Las graderías, que este año vuelven a instalarse, permitirán a 21.300 personas disfrutar del desfile cómodamente. “Es muy bonito ver cómo las familias de los silleteros también tienen su espacio, porque ellos son los portadores de esta manifestación y los que, detrás de todo ese arte, dan lo mejor de sí”, dice Atehortúa.

El evento también contará con puestos de atención de emergencias, puntos de hidratación, baños públicos, y espacios reservados para personas con movilidad reducida, entre otras facilidades. La seguridad estará garantizada con carriles exclusivos para vehículos de emergencias y paradas de transporte público estratégicamente ubicadas a lo largo del recorrido.

En el desfile se presentarán cinco categorías principales, más dos destinadas a jóvenes y adultos mayores, siete en total:

Silleta tradicional: Las más pequeñas y simples en diseño, pero con un profundo significado histórico y cultural. Estas silletas, que representan la herencia de generaciones pasadas, deben tener flores nativas de Santa Elena. La dimensión mínima es de 70cm x 70cm, con bases de ramas de pino y follaje.

Silleta emblemática: Con símbolos patrios, de actualidad o de personajes públicos, estas silletas incluyen mensajes cívicos o educativos y se construyen con flores pegadas o clavadas.

Silleta monumental: Son de las más grandes y se diseñan con cualquier tipo de flores, resultando en una presentación colorida y llamativa. Pueden pesar entre 90 y 120 kilos.

Silleta comercial: Reproduce fielmente un logotipo de una marca comercial, evaluando la fidelidad del diseño a los códigos visuales de la marca.

Silleta artística: Estas silletas tienen mensajes o figuras en alto relieve, lo que permite una mayor creatividad en el diseño.

Categoría junior e infantil: Participan jóvenes entre 7 y 17 años, con diseños libres que reflejan su creatividad.

Pioneros: Adultos mayores que mantienen su contrato, pero elaboran silletas pequeñas o canastas de flores en reconocimiento a su trayectoria.

Las entradas al evento estarán disponibles en varios puntos: Puente del Intercambio Vial del Puente del Mico, Avenida Ferrocarril, Carrera 57 debajo de la Estación Hospital del Metro, Puente Peatonal de la Estación Hospital del Metro, Avenida del Ferrocarril debajo de la Estación Hospital del Metro, Calle 67 con Avenida del Ferrocarril y Carrera 51D debajo del Intercambio Vial del Puente del Mico.

En cuanto a los reconocimientos económicos, los finalistas en cada categoría reciben un incentivo económico por participar, que está valorado aproximadamente en $3’800.000. Los ganadores de cada categoría también reciben premios adicionales, dependiendo de su puesto.

“Me gustaría que las nuevas generaciones aprendan a valorar y mantener vivas nuestras tradiciones”, reflexiona Atehortúa. “No se puede perder el amor por nuestras costumbres y el campo. Aunque ellos tengan visiones distintas, es crucial que sigan apreciando y respetando nuestras raíces”.

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