La última noche que Luz habló con su hija, le mencionó que iba a cenar con una amiga que había conocido en el hotel donde se hospedaba.
Luz Dary Calderón lleva doce años buscando a su "niña", Alia Vanessa Uribe Calderón, quien desapareció en Ciudad de Morelia, Michoacán, México, el 30 de noviembre del año 2013, dos días antes de regresar a Colombia.
Alia, de 30 años en ese entonces, era comerciante y viajaba frecuentemente a países sudamericanos para comprar mercancía, principalmente ropa de hombre, que luego vendía en Medellín.
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La última noche que Luz habló con su hija, le mencionó que iba a cenar con una amiga que había conocido en el hotel donde se hospedaba. En ese momento, sintió un escalofrío, un presentimiento que hoy entiende perfectamente.
Esa fue la última vez que supo de Alia Vanessa. Al día siguiente, esta madre intentó comunicarse, pero su teléfono estaba apagado. La preocupación creció cuando recordó que su hija siempre preguntaba por sus hijos, especialmente por el menor de tres años, que estaba enfermo por esos días.
Desesperada, Luz contactó a un conocido de su hija en México, "Pancho", quien indicó que tampoco tenía noticias, pero en sus relatos, sintió desconfianza de que él no le estaba diciendo toda la verdad. Cinco meses después, logró reunir el dinero para el pasaporte y para viajar a buscar a su hija.
Al llegar al hotel donde Alia fue vista por última vez, el administrador evitó darle la cara, pero puso a un empleado a su disposición para llevarla a la Procuraduría a poner la denuncia por desaparición. Solo una de las cinco maletas de su hija fue entregada por las autoridades, con ropa interior y dos pares de zapatos, esta es la hora en que nadie da respuesta del resto del equipaje. Desde entonces, Luz ha enfrentado innumerables obstáculos en su búsqueda.
En este, su primer viaje, asistió a una marcha de desaparecidos y conoció a integrantes de colectivos que la apoyaron y la llevaron a interponer otra denuncia ante la fiscalía. Sin embargo, las autoridades colombianas y mexicanas no han brindado el apoyo necesario.