Una política de crecimiento económico en pleno siglo XXI exige que los países estén preparados para priorizar la innovación y ser socios en la frontera tecnológica, afirma el Banco Mundial en su informe Recuperar el siglo perdido de crecimiento: construir economías de aprendizaje en América Latina y el Caribe. En el documento, los expertos del organismo plantean que hay que poner énfasis en el aprendizaje y la búsqueda activa de la inserción en la economía mundial del conocimiento, con especial atención en las nuevas tecnologías que impulsan la productividad y generan nuevas áreas de ventaja comparativa, como aspectos urgentes para que la región latinoamericana supere su rezago en materia de desarrollo.