Bonnie Honig (Montreal, 1959) es una relevante teórica política desconocida en España. Ninguno de sus ensayos, cerca de una decena, ha sido traducido a nuestro idioma. Sin embargo, la feminista y profesora en la Brown University de Rhode Island es una defensora de la desobediencia civil y de la protesta, que considera características necesarias de una democracia que ha bautizado como agonal, una que otorga un papel importante a la contestación. Honig, que también tiene la nacionalidad estadounidense, ha publicado ensayos junto a Judith Butler o Adriana Cavarero y ha tocado asuntos como qué papel desempeñan las estructuras públicas —colegios, bibliotecas, presas— en la construcción de nuestra identidad o qué tipo de beneficios obtenemos de la inmigración. Con un estilo mordaz, ha analizado también qué se puede alcanzar gracias a la crítica feminista y tras el primer triunfo de Donald Trump, estudió el golpe que su victoria propinó a todo el movimiento por la igualdad (Shell-Shocked: Feminist Criticism after Trump, Conmocionadas: la crítica feminista tras Trump).