Banco Mundial sube la proyección de crecimiento de Colombia para 2024: de 1,3% a 1,5%

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América Latina y el Caribe crecerá al 1,9% en 2024, superando ligeramente anteriores estimaciones, según el informe del Banco Mundial Impuestos a la riqueza para la equidad y el crecimiento, publicado este 9 de septiembre.

Además, en 2025 se prevé que la región crecerá un 2,6%. Estas son las tasas más bajas entre todas las regiones del mundo, lo que pone de relieve los persistentes obstáculos estructurales.

En ese orden, el Banco Mundial mejoró la proyección de crecimiento de Colombia para el cierre de 2024; la previsión pasó de 1,3% a 1,5%. Y para el 2025, las estimaciones ascienden al 3%.

No obstante, el informe detalla que el crecimiento ha sido impulsado por el consumo en la mayoría de los países, mientras que la inversión, debilitada por las altas tasas de interés, sigue siendo débil en Argentina, Chile, Colombia y Perú.

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Para acelerar el crecimiento, la región debe aprovechar la actual dinámica económica. Se espera que la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de reducir las tasas de interés proporcione cierto alivio.

Asimismo, el control de la inflación es otro avance positivo, gracias a la eficaz gestión macroeconómica de los países de la región. Brasil y Perú están bien encaminados para cumplir sus objetivos de inflación en 2024, y se espera que otras economías importantes los sigan poco después, como Colombia.

La región ha logrado avances en el manejo de la inflación y la estabilización macroeconómica. Este es un momento clave para aprovechar estos logros y atraer las inversiones necesarias para el desarrollo sostenible, fomentar la innovación, construir capital humano, crear más y mejores empleos y empoderar a la región para liberarnos de este ciclo de bajo crecimiento”, detalló Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

El informe destaca que la inversión pública y privada en la región siguen siendo bajas, y que los países no están aprovechando plenamente las oportunidades del nearshoring, es decir, reubicación que hace una empresa de sus procesos comerciales o productivos a países que se encuentran más cercanos a su principal mercado y que les generan costos más bajos.

En términos reales, la inversión extranjera directa (IED) está en niveles inferiores a los de hace 13 años, y los anuncios de nuevas inversiones favorecen a otras regiones.

Pese a tener salarios competitivos en comparación con China y otros destinos, los altos costos del capital, los débiles sistemas educativos, la energía e infraestructura deficientes y la inestabilidad social reducen el atractivo de América Latina y el Caribe como destino de nearshoring.

“Aprovechar las ventanas de oportunidad que tiene la región, la transición verde y la tendencia al nearshoring, requiere amplias reformas estructurales para lograr que la región sea más productiva y competitiva. Esto demandará generar un mayor espacio fiscal, mejorar la eficacia del gobierno, así como reducir la carga tributaria que pesa sobre los sectores productivos. Este es un buen momento para que la región reconsidere cuál es la mejor manera para que sus sistemas tributarios generen ingresos y, al mismo tiempo, estimulen el crecimiento y promuevan la equidad”, recomendó William Maloney, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.

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